Esther Gimeno: carcajadas feministas contra la misoginia en la comedia

La cómica Esther Gimeno posa con el cartel promocional de su show 'Arrepentíos'. EFE/ Laura de Grado

Esther Gimeno, cómica, actriz, monologuista y guionista, reivindica el poder de la comedia como herramienta para romper estereotipos y denuncia la misoginia que impera en el mundo del espectáculo y que durante años ha silenciado la voz y el trabajo de las cómicas.

«El mundo en general es misógino, pero el de la comedia y de la noche lo es aún más» sostiene Gimeno en una entrevista con Efeminista con motivo del estreno de su monólogo ‘Arrepentíos’, que se estrena el próximo 2 de marzo en el Palacio de la Prensa en la Sala O.

«Cuando ves todas las cosas que puedes decir con la comedia, te sientes muy poderosa. Estar en un escenario, sola, y haciendo reír a la gente, es algo increíble. Con razón nos han limitado a las mujeres, porque te sientes muy poderosa», ironiza.

Licenciada en Ingeniería de Caminos, Gimeno (Zaragoza, 1975) compaginó durante años sus estudios universitarios con el teatro aficionado y, sin planearlo, terminó montando una compañía de teatro profesional. A pesar de los prejuicios y la precariedad del mundo de la comedia, se sumó a la moda de los ‘stand-up’ en 2004 y «se enganchó».

«La comedia tiene eso, que te engancha», confiesa.

Tras su estreno en 2021, Esther Gimeno vuelve a presentar ‘Arrepentíos‘, un espectáculo que esta vez aterriza en la Gran Vía de Madrid, y que supone toda una reivindicación de la labor terapéutica del humor y su gran poder para cambiar las cosas.

Un «monólogo-sermón» feminista, que se estrena el próximo 2 de marzo, en el que Gimeno habla del edadismo en las mujeres del mundo del espectáculo, la cirugía estética, la meritocracia, el capitalismo y el patriotismo. Un espectáculo que va más allá del humor, transgresor e incómodo, que busca reconfigurar los privilegios de cada uno.

Un mundo de hombres

Su pasión por la comedia nace a la vez que su interés por el feminismo, que introduce en su discurso pese a desarrollar su trabajo en un entorno abiertamente misógino. Un mundo dominado por hombres, que poco a poco ha ido abriendo sus puertas a las cómicas y a dar espacio a mujeres en los escenarios, gracias a la lucha, trabajo y perseverancia de muchas de ellas.

«Empecé a ver que había otras mujeres que escribían sobre cosas que me estaban pasando a mi y tuve que revisar mi propio texto. En ese momento me di cuenta de que yo misma estaba reafirmando ciertos estereotipos y tenía que darle una vuelta», explica Gimeno, y confiesa que comenzó a introducir el feminismo en sus monólogos desde la «inconsciencia», en un momento en el que en el mundo de la cultura no existían espacios donde se hablara de feminismo.

A pesar de los avances y del aumento de referentes femeninos en los escenarios , Gimeno reafirma la «necesidad de otros discursos» en la cultura y el humor, y exige más diversidad en los espectáculos.

«Como toda cosa que empieza a generar rendimiento económico, la comedia ha sido copada por hombres blancos y heterosexuales», dice Gimeno que asevera que, para ser vista, hay que hacerse un hueco entre ellos.

Más cómicas

Esther Gimeno defiende que, aún siendo mujer y humorista, no siempre tiene que hacerse un discurso y una reivindicación abiertamente feminista en cada monólogo. «Es elección de cada una», dice, e insiste en que el hecho de que las mujeres estén en el escenario, ya es un avance y cambia las cosas.

«Creo que en el humor y en ciertos sectores, el simple hecho de que haya mujeres planteando sus cosas en un escenario, ya en sí está generando un tocamiento de estándares y está rompiendo estereotipos» dice.

La humorista reconoce que, actualmente, existen más referentes femeninos en el mundo de la comedia. Además, muchas de ellas son jóvenes que comenzaron hace unos años, como Victoria Martín, Carolina Iglesias o Paula Púa, con mucha presencia en las redes y en medios, pero siguen faltando en los escenarios.

Y recuerda que «siempre ha habido mujeres haciendo comedia, lo que pasa es que estaban silenciadas«.

«A ciertos medios debería darles vergüenza no darnos voz» exclama ante la creciente oleada de mujeres en las redes sociales y la rápida transformación de la cultura en general.

E insta a las futuras cómicas a «lanzarse y subirse al carro de la comedia».

«Ahora hay un movimiento que dice ‘Súbete’, hay más referentes, más documentación y mujeres que os vamos a arropar. Ya hay variedad suficiente para no ser ‘la chica de la comedia’. Sigue sin ser fácil, pero aquí encuentras la propia fuerza y las ganas para sostenerte» dice.

El humor como herramienta

Además, Esther Gimeno sostiene que el humor es una herramienta poderosa para romper con los estereotipos y abordar temas como la desigualdad. «Creo que el humor, al igual que el drama, la tragedia y el periodismo, debe abordarlo todo» dice Gimeno, para quien el humor tiene una labor terapéutica con mucha fuerza para cambiar las cosas.

Es importante el tipo de humor que se hace y los mensajes que se transmiten porque, dice, «ya no vale todo como antes». Gimeno asegura que el imaginario popular del humor y de lo que nos reímos ha cambiado estos últimos años. Ahora existen unas ‘normas’ y un control sobre lo que se dice, porque hacer reír no significa insultar y atacar a los más vulnerables.

«En el momento en que yo empiezo a darle al otro lado o empiezo a plantear otras cosas, les salen sarpullidos» dice ante las criticas que muchas veces recibe por parte de algunos espectadores, aunque asegura que no son muchos. «Aunque tu quieras contar lo que tu quieras contar, tu herramienta es la risa» concluye.

Por Sarah Sidki 

Fuente: Efeminista