agosto 09, 2024

Cómo reconocer y desactivar la manipulación masculina



No podemos desarmar aquello que no conocemos.

Solemos hacernos o escuchar la pregunta ¿Qué tipo de violencia es la manipulación? La manipulación es una conducta encubierta para inducir a que la otra persona piense, sienta o actúe, sin darse cuenta, de la forma en que el manipulador quiere que lo haga. No siempre es detectable para quien la padece.

La manipulación está presente en todas las situaciones de violencia. En algunas representa el primer eslabón de una larga cadena de distintas situaciones programadas para someter.

Desactivar la manipulación masculina implica reconocer las tácticas utilizadas.
En el grupo gabineti[1] -integrado por profesionales de las psicología- exponen 8 rasgos de las personas manipuladoras. Conocer los rasgos de los manipuladores emocionales es clave a la hora de identificarlos, enfrentarlos y, si fuese necesario, alejarse de ellos.

Es un experto en detectar las debilidades de los demásUna persona manipuladora no solo encuentra con facilidad las debilidades ajenas, también las utiliza en contra de la víctima. Por ejemplo, si tienes cualquier tipo de duda o hay algo que te da vergüenza y no quieres que se sepa, tratará de averiguarlo para presionarte y que cedas a sus deseos.

No se detiene hasta conseguir lo que deseaPara un manipulador emocional el fin justifica los medios, por lo que no tendrá escrúpulos en traicionar a quien sea con tal de lograr sus objetivos. Además, seguramente sea un gran actor, de ahí que la mayor parte de sus comportamientos pasen desapercibidos.

Muestra una gran seguridadSi algo caracteriza a las personas manipuladoras es la gran seguridad que proyectan. Esto lo utilizan en su favor para convencer a las víctimas de que hagan justo lo que quieren: renunciar a sus creencias, alejarse de su círculo cercano (familia, amigos…), dejar su trabajo…

Utiliza la mentiraUn manipulador emocional no es honesto. Así, utilizará la mentira, el chantaje o la exageración con tal de ejercer un control sobre la otra persona para salirse con la suya. Por supuesto, también puede convertirse en todo un seductor: si la víctima se siente halagada será más fácil que baje la guardia y acceda a cumplir sus deseos.

Siempre quiere ser el centro de atenciónLa persona manipuladora suele sentirse superior a los demás. De hecho, es común que tenga rasgos narcisistas y egocéntricos. Por ello, siempre buscará ser el centro de atención. Si es necesario, hará sentir mal a la víctima con el fin de seguir destacando.

Se hace la víctimaEsta es una estrategia muy utilizada por el manipulador, ya que de esta manera consigue que la víctima sienta empatía hacia él. Después lo usará en su contra con el único objetivo de hacer realidad sus deseos.

Tiene una ambición desmedidaSu habilidad manipuladora le puede permitir llegar a donde quiera, aunque para ello tenga que apropiarse de méritos ajenos. Su ambición es exagerada y sus ganas de poder, ilimitadas.

El abuso es una constanteEn cuanto consigue controlar a su víctima, ejerce su influencia sobre todo su entorno: familia, trabajo, amistades… Además, es posible que adopte una actitud comprensiva, lo que puede confundir a la otra persona sobre si está siendo manipulada o no.Cómo reconocer y desactivar la manipulación masculina

Los principales tipos de manipuladores emocionales

Existen distintos tipos de personas manipuladoras en función del rol adoptado o las estrategias seguidas.

El dulce y amoroso. Suelen mostrarse como personas muy sensibles, comprensivas, amorosas y muy inteligentes. Capaces de seguir cualquier conversación con acertada argumentación y conocimiento. Evitan discusiones, peleas o enfrentamientos —aunque son buenos provocándolos entre terceros—, fingiendo acceder a peticiones; Siempre correctos, con estudiada seriedad y vanidad. Si surgiera algún inconveniente, jamás se hacen cargo, ponen cara de nada y «el ‘problemita’ es de la otra».

El desprestigiador. Se posicionan en contra de todo lo que hacen sus víctimas. Siempre que tengan la oportunidad, mostrarán sus defectos y las ridiculizarán, tanto directamente como de manera muy sutil, generalmente comparándolas como al pasar con otras personas. También, según su momento o interés, desprestigiándola burlonamente ante entornos de su importancia para perjudicarlas.

La falsa víctima. Este tipo de manipuladores adoptan el rol de víctima para dar lástima. Así, se centran en su propio dolor para justificar sus conductas. Además, utilizan esta estrategia para conseguir que los demás se compadezcan de ellos y accedan a sus deseos.

El interpretador. Retorcidos y maquiavélicos, utilizan las afirmaciones, conocimiento y palabras de sus víctimas para su beneficio o en su contra, siempre según su interés o necesidad. Manteniéndose arteramente en el centro de todo.

El dependiente. Hacen sentir superiores a los demás, mientras que ellos se colocan en una posición débil para que les presten la ayuda que tanto necesitan, ya sean ventajas laborales, conocimientos, beneficios personales o para terceras personas, (También con un objetivo personal presente o futuro).

“¿Es entonces la mentira una forma de violencia? ¿Es lo mismo manipular que mentir? ¿Puede no haber intención de hacerlo?

La mentira es violenta porque se está aplicando un dominio por parte del agresor sobre la víctima, este piensa que tiene el poder sobre ella para mentirle guiándola por el camino que quiera hasta conseguir su objetivo. Ahora bien, el hecho de manipulación conlleva varias mentiras simultáneas o una sola mediante la cual se crea una situación por parte del manipulador en donde se toma el control del comportamiento de una persona o grupo.”[2]

Herramientas

Conociendo las formas de manipulación podemos establecer límites claros y mantener una comunicación asertiva. Compartimos algunas estrategias utilizables para desarmar y contrarrestar la manipulación

Reconocer las tácticas de manipulación es fundamental, entre ellas está el gaslighting[3]: hacer que la persona dude de su percepción o memoria. La culpa: hacer que la persona se sienta culpable por expresar sus necesidades o deseos. Como ya dijimos, otra forma es la victimización: hacer que el manipulador parezca la víctima para evadir la responsabilidad. Establecer el control: Intentar controlar las acciones, decisiones o emociones de la otra persona. La retirada de afecto, ley de hielo o de silencio: retirar el afecto, el apoyo, la comunicación o la aprobación como una forma de castigo.

Límites

Como herramienta de protección se sugiere establecer límites claros, -mencionados anteriormente-, mantener una comunicación directa expresar esos límites de manera clara y directa. Usa declaraciones como “No me siento cómoda cuando haces eso” o “Necesito que respetes mi decisión”. Que a su vez sean consistente. No permitiendo que se violen bajo ninguna circunstancia. Establecer de manera clara las consecuencias de cruzar esos límites y sigue con ellas si es necesario.

Fortalecimiento Personal

Todo este reconocimiento y acciones no ocurrirán mágicamente, es necesario tomar conciencia de aquello que sucede, sentir en el cuerpo lo que se está atravesando, conocerse, escucharse tomar en cuenta, sin temor, de nuestras vulnerabilidades. Identificar patrones de comportamiento (que pueden estar relacionados con la memoria emotiva) que puedan hacerte susceptible a la manipulación. Tomar muy en serio y practicar el autocuidado para fortalecer tu autoestima y bienestar emocional.

No avergonzarse en buscar apoyo, hablar con amigas, familiares o profesionales de confianza que puedan ofrecerte una perspectiva objetiva y apoyo emocional.

Desarmar al manipulador implica aprender a observar su comportamiento sin reaccionar emocionalmente. Otra buena estrategia es mantener la calma, evitar reaccionar de manera impulsiva. Siempre que sea posible, mantener la calma y responder de manera racional.

Estas estrategias no solo ayudan a desactivar la manipulación masculina, sino también a fortalecer tu autonomía y capacidad de mantener vínculos sanos, relaciones saludables, equilibradas e igualitarias.








Periodista feminista abolicionista, directora/editora de Diario Digital Femenino. Co coordinadora de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género de Argentina RIPVGAr. Titular de la web de Asesoramiento y Capacitación https://lennycaceres.com.ar/ Autora del libro La transversalidad del género: espacios y disputas.(Ed. Sudestada)

Fuente: Diario Digital Femenino: @diariodigitalfemenino_
Lenny Cáceres: @lennycaceres69

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