Crítica cultural y revuelta social: Nelly Richard en Córdoba
La ensayista, polemista, curadora y editora ―francesa de origen y chilena de adopción― recibirá el Doctorado Honoris Causa. Invitada por las facultades de Artes y de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, la escritora demuestra que la crítica está viva y que lleva nombre de mujer. La batalla de los signos de nuestra época está librada y Nelly Richard nos regala sus armas.
Ensayista, polemista, curadora, editora, Nelly Richard es una referencia fundamental de la cultura crítica en Chile y en toda América Latina. Su manera ejemplar de amalgamar creatividad teórica y compromiso ético, agudeza crítica y proyección política la inscribe en la mejor tradición de las intelectuales críticas latinoamericanas. Con una salvedad: si la del “intelectual crítico” es una figura típica del siglo XX (¡Sartre!) que parece entrar en su ocaso en nuestro siglo, Richard la mantiene viva y no con respiración artificial, sino mostrando que lo que se agotó es la figura (masculina) del intelectual “universal”, pero no la figura femenina de la crítica situada. En ella, las políticas de localización y de posicionamiento trazan las coordenadas de una práctica intelectual que se torna urgente ejercer en tiempos como los nuestros, de impugnación de la ciencia y de disonancia cognitiva generalizada. Sí, en una época oscura en la que el intelectual crítico muere atenazado entre el académico especializado y el influencer, Nelly Richard nos demuestra que la crítica está viva y que lleva nombre de mujer.
Imagen: Ignacio Izquierdo
Francesa de origen y chilena de adopción, se instala en Santiago desde 1970, en plena efervescencia popular del gobierno encabezado por Salvador Allende, la “vía chilena al socialismo”. Formada en letras, en la Sorbona, trabaja bajo el gobierno de la Unidad Popular en el Museo de Bellas Artes, de donde será expulsada tras el golpe militar de Pinochet, en 1973. Inicia entonces su activa y protagónica participación en redes artísticas transdisciplinarias en las que se gestó una resistencia a la dictadura desde la experimentación en los bordes del arte y la política, junto a figuras que se tornarán emblemáticas del arte latinoamericano, como Carlos Leppe o Raúl Zurita, Diamela Eltit o Lotty Rosenfeld.
Es al calor de la resistencia antidictatorial que se fragua su estilo y su temple crítico, forjado no en saberes autorizados o teorías universales, sino en la marca de fuego de una batalla desigual contra el terrorismo de Estado y el autoritarismo. En los entresijos de la opresión dictatorial, junto a un potente colectivo de artistas e intelectuales, Richard apostó por una “insubordinación de los signos” que trastocara las miradas y emancipara los cuerpos, prepararando la salida de la dictadura de Pinochet. Textos fundamentales de esta época, como Cuerpo correccional (1980) y, sobre todo, Márgenes e instituciones (1986), se constituyeron en piezas fundamentales para el pensamiento y la crítica en toda la región.
Desde entonces, los debates y combates de Nelly Richard nos conciernen de manera directa, pues recorren las grandes discusiones político-culturales de la región, desde el ciclo de las dictaduras militares de los años 70 hasta nuestros convulsos días.
Su obra, hecha no solo de palabras, sino también de acciones críticas (como organizar eventos de impacto público, tramar colectivos de intervención, agenciar foros de discusión internacional), nos obliga a volver sobre el ciclo de las dictaduras militares como el momento del nacimiento de la bestia neoliberal en toda la región. Sus trabajos sobre dictadura y postdictadura (como su emblemático Residuos y metáforas: ensayos de crítica cultural sobre el Chile de la transición, de 1998) nos muestran las formas de continuidad entre la violencia fundacional del terrorismo de Estado y la debilidad de las democracias de las “transiciones” para contrarrestar la victoria económica de la dictadura con los maquillajes democráticos de la politica, rápidamente corridos por la fiesta de la mercantilización neoliberal de los signos, tempranamente postdemocráticos.
Por eso, su apuesta por una crítica cultural próxima a la experimentación estética fue la plataforma con la que ejerció su práctica intelectual en el giro desde el tiempo de las dictaduras al tiempo de las postdictaduras: si la experimentación formal del arte antidictatorial funcionaba como estrategia de elipsis para interferir la censura y la represión, durante la postdictadura, ese mismo ejercicio formal se levantó contra la tiranía de la transparencia mercantil y del espectáculo mediático neoliberal. El ensayismo de Richard siempre mantuvo una riqueza retórica y una fuerza de seducción textual que se alzaba contra el aplanamiento de los símbolos (de la dictadura militar o de la dictadura de mercado), y revindicaba sus propios derechos a la opacidad y, por supuesto, al goce barroco de la escritura.
Su compromiso con la experimentación estético-política de esos años oscuros despierta su inquietud por las formas de disciplinamiento y emancipación que tienen su territorio de disputa en el cuerpo sexuado. Desde muy temprano, sus textos críticos fueron fundamentales para el desarrollo de una crítica de los dispositivos de género en toda la región. En 1987, fue parte del colectivo de escritoras que organizó el Primer Congreso Internacional de Literatura Femenina Latinoamericana, celebrado en Santiago de Chile, que contó con la participación de las argentinas Diana Bellessi, Josefina Ludmer y Beatriz Sarlo. También impulsó, con Diamela Eltit y Lotty Rosenfeld, uno de los proyectos curatoriales más tempranos sobre arte y feminismo, Mujer, arte y periferia, presentado en Canadá en 1987, con artistas experimentales chilenas. Sus libros Masculino/Femenino: prácticas de la diferencia y cultura democrática, de 1993, Feminismo, género y diferencia(s), de 2008, y Abismos temporales. Feminismo, estéticas travestis y teoría queer de 2018, son ya clásicos del feminismo latinoamericano. Durante los últimos años, ha sido central su participación en los debates sobre feminismo y disidencia sexual revitalizados en Chile con la revuelta feminista de mayo de 2018.
La inscripción siempre situada de su intervención crítica, atenta a la dinámica de los márgenes y las periferias, la convirtió asimismo en una referencia en el contexto de los debates sobre poscolonialidad en América Latina. Cuestionó con insistencia la distribución internacional del conocimiento que hace a América Latina productora de obras y materiales exóticos para una academia metropolitana productora de teorías y marcos conceptuales, abogando por una producción situada de teoría de la que su propia trayectoria es ejemplo elocuente: no es lo mismo hablar sobre Latinoamérica que hablar desde Latinoamérica. Su escritura se centró en la noción y la práctica de una “crítica cultural” que considera la materialidad estética, es decir, la efectiva inscripción de los discursos en los soportes territoriales y corporales que los materializan, la configuración de los discursos visuales y escritos en y desde el margen, haciendo de lo local un campo estratégico para pensar una teoría crítica latinoamericana.
Como en la mejor tradición latinoamericana, que tuvo en la revista independiente el formato por excelencia de la polémica y de la producción intelectual autónoma, en 1990, fundó la Revista de Crítica Cultural, que dirigió de manera sostenida hasta 2008, a lo largo de sus 36 números. La revista articuló un foro regional diverso y dinámico para la discusión sobre dictadura, memoria, democracia, feminismo, cultura, marcando una agenda internacional en los años en que nuestros países se encontraban atravesados por las inquietudes de democracias postdictatoriales en contextos de avance neoliberal.
Desde el estallido de octubre de 2019, Richard ha seguido apasionadamente las alternativas de la revuelta chilena y se ha convertido en una de sus intérpretes y teóricas más afiladas. Su último libro, Tiempos y modos, publicado este año y escrito en tiempo real, está enteramente dedicado a pensar la potencia plebeya de la revuelta, el proceso de la Convención Constitucional, el ambicioso proyecto de Nueva Constitución, hasta llegar al triunfo del Rechazo en 2022 y el envalentonamiento de la ultraderecha en la conmemoración de los cincuenta años del golpe de Estado de Pinochet. Quizá sus diálogos con Elisa Loncón, presidenta de la Convención Constitucional, condensen la amplitud de su intereses críticos en la complejidad de esa figura singular: lingüista, mujer y mapuche, reúne las militancias richardiandas por la potencia experimental del lenguaje, la fuerza desestabilizante de lo femenino, y la marginalidad crítica de lo latinoamericano. El complejo ciclo de la revuelta chilena tiene mucho para enseñarnos sobre las dificultades y potencias del presente latinoamericano y sus contratiempos.
Nelly Richard estará en Córdoba, invitada por las facultades de Artes y de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba. En su visita, la UNC le entregará su reconocimiento máximo: el Doctorado Honoris Causa. Será interesante ver al rector Jhon Boretto, representante local del neoliberalismo rapaz de Milei, teniendo que entregar la máxima distinción de nuestra institución a una intelectual que dedicó su vida entera a batallar contra el neoliberalismo, desde su raíz dictatorial hasta su decadente presente neofascista.
La batalla de los signos de nuestra época está librada. Nelly Richard nos regala sus armas. Su presencia en Córdoba será parte de nuestra lucha.Martes 17/9 – 11 h: Ceremonia de entrega del Doctorado Honoris Causa. Conferencia de Nelly Richard: “Revueltas teóricas, vocación política e inflexiones de estilo”. Salón de Grados, Obispo Trejo 242.
Martes 17/9 – 18:30 h: Presentación del libro “2001: el futuro detrás”, en el marco de la muestra “El futuro detrás. Imaginación política después del estallido del 2001”. Museo de las Mujeres, Rivera Indarte 55.
Miércoles 18/9 – 18:30 h: Conversatorio “Los feminismos en América Latina: del patriarcado al cuestionamiento de la matriz neoliberal”, Nelly Richard junto a Adriana Boria y Alejandra Martín, en el 7° Congreso Género y Sociedad. Ciudad Universitaria, Pabellón Venezuela.
Jueves 19/9 y viernes 20/9: Clases de cierre del seminario “Revueltas teóricas. Nelly Richard y la imaginación crítica latinoamericana”. Ciudad Universitaria, Pabellón CEPIA (para inscriptxs).
Por Luis Ignacio García
Fuente: La tinta / Imagen de portada: Matanza Viva.