Marcela Lagarde: "El feminismo sí está de moda. Veo un esfuerzo para una transformación"
Video: https://youtu.be/CMXzRjokQ1s
Hace más de dos décadas que la antropóloga mexicana Marcela Lagarde y de los Ríos (Ciudad de México, 1948) registra los feminicidios en Latinoamérica. "Nunca he dejado de contar", afirma en una entrevista con EFE, porque su vida –dice– "gira en torno a las mujeres y niñas tocadas por el feminicidio", concepto que ella misma acuñó en 2006, inspirada en sus predecesoras, para referirse a los asesinatos de mujeres "por el solo hecho de serlo".
En 2023, al menos 11 mujeres fueron asesinadas cada día por razón de género en Latinoamérica, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Referente del feminismo latinoamericano de raíz “pacifista”, Lagarde es hija de las revoluciones de finales de los 60 –"soy profundamente 68", presume– y hoy observa los logros del movimiento en el mundo con optimismo, a pesar del avance de la ultraderecha global, que está suponiendo un importante retroceso de los derechos fundamentales de mujeres y niñas, con un ataque directo a su autonomía y libertad.
“Nunca en la historia del mundo habíamos existido tantas feministas al mismo tiempo, haciendo la misma causa, articuladas país por país, región por región”, señala desde la III Feria Internacional del Libro y las Ciencias Sociales del popular barrio de Recoleta, en la capital santiaguina.
Lagarde se opone a quienes dicen que el feminismo “pasó de moda” arrastrado por las corrientes reaccionarias y alude a las jóvenes que están “asumiendo” un movimiento que empezó cuando ellas aún no nacían.
"El feminismo sí está de moda. Veo un esfuerzo importante de hacer una transformación de las mentalidades", rebate la investigadora y política, autora de más de cien artículos y una docena de libros.
"Nunca antes había habido tantas profesionales formadas en la perspectiva de género; hay una visión incluyente del mundo y de los derechos”, añade.
"No aliento mucho" las denuncias en redes sociales
Como diputada, Marcela Lagarde impulsó la Ley General de Acceso de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia, vigente en México desde 2007. También presidió la comisión del Congreso mexicano que dio seguimiento a las primeras investigaciones relacionadas con los feminicidios (2003-2006).
“Ahora ya hay mecanismos para denunciar y exigir reparación del daño. Hemos creado una superestructura para enfrentar la violencia de manera integral y no represiva, de transformación legal, convirtiendo a los violentos en delincuentes”, señala la académica.
Por esa razón, “no alienta mucho” las denuncias anónimas en redes sociales, donde muchas víctimas han decidido hacer públicas sus situaciones de violencia machista.
“Pueden no significar nada más que un acto ritual (...) Y contestar con ritualidad, está bien, pero ¿y luego qué?”, se pregunta.
“Las feministas de mi generación apostamos a construir derechos legales, que funcione el Estado de Derecho, que se respete la ley. Hemos hecho leyes formidables para enfrentar la violencia”, insiste.
Trump “tiene una actitud de macho ultrajante y displicente con la presidenta"
Marcela Lagarde admite que vive “con singular alegría”, dice, la llegada al poder de la primera presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, el pasado octubre: “Por primera vez (tengo) las ganas de disfrutar de eso, por lo que he hecho política y he trabajado toda mi vida”, expresa.
La investigadora destaca que la elección fue un proceso “abierto, democrático y masivo” en el que la sociedad mexicana “mostró que puede ofrecer alternativas y propuestas, y que la utopía exótica puede construirse realmente”.
Un proceso que coincide con el escenario “antagónico”, dice, en el país vecino, con la llegada al poder del presidente estadounidense, Donald Trump, quien –dice– “mantiene una actitud de macho ultrajante y displicente con la presidenta”.
“Cuánto más gane la reacción, más podemos perder (las feministas)”, advierte la activista, que expresó su "preocupación" por la seguridad de Sheinbaum.
A pesar del complejo contexto nacional y global, "eso no obsta para no hacer", apunta Lagarde. El papel de las feministas mexicanas, concluye, es “construir en el día a día la igualdad, pero también la libertad (...) Hay que hacer hasta donde se puede".
Por Meritxell Freixas
Fuente: Efeministaa