septiembre 24, 2009

La trata, una forma de esclavitud

Coacción, humillaciones, amenazas, acoso, golpes, privación ilegal de la libertad, seducción, compra-venta de personas, desaparición, esclavitud y secuestro, son algunos actos que conlleva la trata de mujeres para la prostitución, condiciones que evidencian graves violaciones a sus derechos.

En la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres, que se llevó a cabo en Dhaka, Bangladesh, en 1999, se eligió el 23 de septiembre de cada año como el Día Internacional en contra explotación y Tráfico de Mujeres y Niños, hecho que busca hacer conciencia entre los gobiernos y sociedad civil sobre las causas y consecuencias de este crimen que afecta a todas las regiones del mundo.


Diversos son los tratados que se han adoptado para proteger a las mujeres; entre ellos, la Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, 1979; Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, 2000; Protocolo para la Prevención, Supresión y Sanción del Tráfico de Personas, especialmente Mujeres y Niños, que viene a complementar a la anterior, y Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, 1994.


Varios estudios señalan que, en el caso de México, el Gobierno confunde la problemática de la trata de personas con el tráfico ilícito de migrantes, lo que plantea tres grandes problemas políticos:


El primero de ellos indica que no se ha llegado a comprender la complejidad del fenómeno de la migración indocumentada, pues no se tiene un plan de trabajo concreto que aborde el tráfico de migrantes que muchas veces no involucra trabajo o servicio forzado en el ámbito sexual.


En segundo lugar, e independientemente de que es una responsabilidad del Estado tomar medidas para erradicar el trabajo o servicio forzado relacionado con lo sexual, no se tienen mecanismos de protección a víctimas en los que se tomen en cuenta las necesidades reales de las mujeres y, en especial, los niños y las niñas; sencillamente se disponen vertientes que responden a lo que el legislador piensa que es lo correcto, sin identificar lo que debería ser lo correcto.


En tercer lugar, la razón de que las leyes sobre trabajo o servicio forzado para el sector sexual manifiestan un vacío político, ya que la explotación ejercida contra personas, tanto nacionales como extranjeras, no se limita a lo sexual, sino que abarca el campo de lo laboral.


Por tanto, es imperante que se especifiquen los esfuerzos de nuestro país para abordar una problemática multifacética que requiere de un trabajo interinstitucional e interdisciplinario, asegura el Informe sobre la Trata de Personas En El Salvador, Guatemala, Honduras y México, presentado en el marco del 123 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.


La trata como una actividad de compra-venta de placer sexual, de secuestro, de violencia familiar y de violación se ha convertido en un negocio que genera grandes ganancias aunque, por la complejidad de dicho ilícito, es difícil obtener el número exacto de personas involucradas.


En el informe "Tráfico de mujeres, legislación y políticas públicas del estado de Tlaxcala", que en 2006 elaboró el centro Fray Julián Gracés se señala que sobre este tema existen dos perspectivas fundamentales en la labor de investigación:


a) Perspectiva de derechos humanos: tomando en cuenta que el tráfico de mujeres vulnera dos principios esenciales para la vivencia de los derechos, la dignidad y la libertad, expresando al mismo tiempo diversas formas de discriminación y vejando los derechos humanos en su totalidad.
b) Perspectiva de género: considerando que la violación a los derechos humanos se acentúa por la discriminación hacia la mujer basada principalmente en el sexo y volcada hacia construcciones culturales que fomentan la violencia.


Por último, la trata de mujeres es una violación a derechos humanos, una agresión a la dignidad de las personas, un atropello a la humanidad y una forma de esclavitud de este siglo.


Negocio rentable


En agosto pasado, un total de 54 personas fueron detenidas en España y Alemania luego de ser desmantelada una red de falsificación de documentos para inmigración clandestina, sobre todo de mujeres nigerianas, la mayoría, menores de edad, víctimas de trata para explotación sexual, bajo la amenaza de practicarles vudú. No es la primera vez que se desarticula una red de trata en la que se explota a mujeres nigerianas y subsaharianas, reportó la agencia española AmecoPress; la última se llevó a cabo en Valencia, el 12 de julio de este año.


La expansión de organizaciones nigerianas que tratan con mujeres es relativamente reciente y es Italia donde más han consolidado su operación desde 1991, según la Organización Internacional de las Migraciones, y en España desde 1995, informó la agencia. Ligadas al tráfico de migrantes, explotación sexual y trabajo forzoso de mujeres y niñas principalmente son las dos formas más comunes de trata en el mundo, de acuerdo con el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.


En el documento, basado en un estudio realizado en 155 países y emitido por la ONU el pasado 12 de febrero, la explotación sexual representa poco más de 79 por ciento de los casos en tanto que el trabajo forzoso es superior a 18 por ciento.


Más de 80 por ciento de las víctimas de trata son niñas y mujeres, señala la ONU. El reporte indica que de cada cinco seres humanos víctimas de trata, uno es menor de edad y, lo más preocupante, es que son las niñas y niños abusados y explotados sexualmente como víctimas de pedofilia o pornográficamente.


El trafico de personas, según la Organización Internacional del Trabajo es uno de los tres negocios más rentables, después del tráfico de drogas y de armas, de la delincuencia organizada, alcanzando un beneficio para los delincuentes de hasta 32 mil millones de dólares al año.


Se considera trata de personas a "la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas recurriendo al uso de la fuerza u otras formas de coacción, el rapto, el fraude, el engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra para propósitos de explotación".


Así lo define el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente de mujeres y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional, conocido como "Protocolo de Palermo", pues se aprobó en el año 2000.


Destinos y formas de trata


El Departamento de Estado mexicano explica que las redes de tratantes llevan a las niñas y mujeres mexicanas a Estados Unidos para su explotación sexual comercial.


En cuanto a las víctimas provenientes de Sudamérica, el Caribe, Europa Oriental y Asia, son traídas al país para explotación sexual o laboral, o para su posterior tránsito hacia Estados Unidos, mientras que los niños y hombres mexicanos son llevados del sur al norte de México para labores forzadas.


En tanto la Iniciativa para el Estado de Derecho de la Asociación de la Barra de Estados Unidos, que este año presentó su informe Instrumento para el estudio de las condiciones de la trata de personas en México 2009, detectó 47 grupos de delincuencia organizada dedicados a la explotación sexual y laboral.


Estos operan sobre todo en el Distrito Federal y en 17 entidades de la República, como Baja California, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Chiapas, Chihuahua, Tlaxcala, Tamaulipas y Jalisco, las cuatro primeras consideradas como de "turismo sexual" por ser lugares con destino de playa.
Datos de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada reportan la presencia de 14 bandas del crimen organizado tan sólo en el estado de Guerrero.


Modus operandi


Diversas organizaciones civiles que trabajan el tema, como Sin Fronteras IAP, Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés y Casa Alianza, entre otras, presentaron, en 2005, un informe sobre trata de personas en El Salvador, Guatemala, Honduras y México ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde explican la forma de operar de los tratantes.


En el negocio de la trata, dice el documento, intervienen varias personas o grupos, como novios, amigos, maridos, familiares, docentes, líderes comunitarios, redes pequeñas y grandes del crimen organizado, funcionarios públicos, diplomáticos, falsificadores y agencias de viajes y de trabajo, entre otros.


Existen los llamados reclutadores, que identifican a la víctima para secuestro o engaño; los transportistas, que establecen acuerdos monetarios con algunos conductores de camiones de carga para que los pasen escondidos.


También están las personas que trasladan, quienes aprovechan los puntos fronterizos para pasarlos, así como los receptores, que son quienes reciben a las víctimas para obligarlos a prestar trabajos y servicios forzados.


En el negocio también intervienen los falsificadores de documentos, que aprovechan la presencia de autoridades migratorias corruptas para falsificar los documentos y legitimar los permisos de identidades.


Legislación mexicana


EnMéxico, la ley contra la trata de personas sanciona este delito con una pena que va de los 6 a los 12 años de prisión, misma que puede aumentar de acuerdo con la edad de la víctima.


En el caso de menores de edad, la condena es de 9 a 18 años de prisión. Si el acusado es funcionario público, las penas aumentan 50 por ciento. Para que una persona sea considerada víctima de trata debe presentar cargos contra los victimarios, de otro modo no son considerados como tal y, por tanto, no se les brinda la atención adecuada.


Problema enorme, pocos resultados


Una instancia creada por el gobierno federal para combatir el problema es la Fiscalía Especial para Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), dependiente de la Procuraduría General de la República, que lleva los casos federales en coordinación con la SIEDO.


La extitular de esa instancia, Guadalupe Morfín Otero, señaló en su primer informe de labores que se abrieron 24 investigaciones por trata de personas, incluyendo 11 casos de explotación sexual comercial.


El año pasado, tan sólo en Chihuahua, entidad conocida internacionalmente por el feminicidio que ha cobrado la vida de más de 400 mujeres de 1993 a la fecha y más de 4 mil desaparecidas, se abrieron nueve casos de trata de personas, dos de ellos esperan fecha de juicio y siete continúan bajo investigación.


A fines de 2007, la PGR donó una residencia confiscada a un narcotraficante convicto para ser usada como un refugio para víctimas de trata, con lugar para 22 personas.


También se continuaron emitiendo visas humanitarias renovables de un año para la mayoría de las víctimas extranjeras que ayudaran en la investigación de los tratantes; pero quienes no lo hicieron, fueron repatriados y no fueron elegibles para ayuda o servicios.


Durante 2008 sólo tres víctimas recibieron estos beneficios. Ese año, el gobierno federal identificó a 55 víctimas de trata, de las cuales 28 eran mujeres y 27 hombres para fines de explotación sexual comercial y para trabajo forzado, pero a la fecha, ninguno ha sido consignado.


La trata en México


En México, un país que por su cercanía con Estados Unidos lo convierte en zona que expulsa, atrae y es paso de migrantes, no hay datos oficiales sobre la dimensión de la trata de personas. No obstante, existen denuncias de organismos internacionales que han dado cuenta de su existencia.


En 2007, el relator especial de Naciones Unidas contra la Venta de Niños, la Explotación Sexual y la Pornografía Infantil, Juan Miguel Petit, señaló que en México unas 80 mil niñas y niños son víctimas del abuso con fines de pornografía y prostitución forzosa.


Según reportes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, anualmente 85 mil niñas y niños son utilizados en actos de pornografía en México, mientras que en 21 de las 32 entidades del país se practica el llamado "turismo sexual".


La Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas tiene como propósito la prevención y sanción de la trata de personas, así como la protección, atención y asistencia a las víctimas con la finalidad de garantizar el respeto al libre desarrollo de la personalidad de los victimizados residentes o trasladados al territorio nacional, así como a las personas mexicanas en el exterior.






Fuente y foto: Archivo AmecoPress.


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