mayo 13, 2012

Grandes esperanzas para la primera Presidenta de Malaui


El 7 de abril de 2012, Joyce Banda hizo historia al convertirse en la primera Presidenta de Malaui y la primera en la Comunidad de Desarrollo de África Austral (CDAA)[1] tras la repentina muerte del anterior Presidente Bingu wa Mutharika. La nueva Presidenta tiene la enorme tarea de afrontar una grave crisis económica en el país y por su fuerte trayectoria de activismo la sociedad civil espera que ella defienda los derechos de las mujeres.
AWID conversó con Emma Kaliya, Presidenta de la Red Coordinadora de ONG de Género (NGOGCN) en Malaui, sobre el nombramiento y las esperanzas para la segunda mujer Presidenta en África.
La República de Malaui es una nación pequeña (118,000 km2/45,560 m2) sin salida al mar en África suroriental, con una población de más de 14 millones. En las últimas elecciones en 2009,  la representación femenina en el Parlamento aumentó un ocho por ciento—de 14 a 22 por ciento—y el país ha mejorado su calificación general en la brecha de género: de 81 entre 115 países en 2006 a 65 entre 135 países en 2011.[1] Sin embargo, Malaui es una de las naciones más pobres del mundo y se calcula que el 75 por ciento de su población vive con menos de un dólar diario.[2]
AWID: ¿Cuál es el actual contexto económico y político en Malaui?
Emma Kaliya (EK): Malaui ha estado enfrentando retos tanto políticos como económicos. En el ámbito político, el ex Presidente Binguwa Mutharika y su administración comenzaron a modificar leyes en el país y estaban tratando de impedir que la ex Vicepresidenta, Joyce Banda, participara en el Gobierno y se convirtiera en la próxima Presidenta cuando el periodo de Murathika concluyera en 2014, a lo cual ella tenía derecho según la Constitución de Malaui. Por el contrario, fue expulsada del partido gobernante pues se rehusó a respaldar al hermano del Presidente, el Ministro de Relaciones Exteriores Peter Mutharika, como próximo mandatario en 2014.
Hubo mucha agitación porque el Presidente pretendía que su hermano fuera el siguiente gobernante. El Gobierno estaba tratando de silenciar a cualquiera que disintiera con ellos y la situación se dificultó para la sociedad civil y los partidos de oposición que no estaban de acuerdo con sus puntos de vista. El ambiente era difícil y violento, lo cual provocó un gran temor.
Al mismo tiempo, el Gobierno no estaba respetando asuntos de derechos humanos. El Alto Comisionado británico fue expulsado bajo el pretexto de que había enviado un cable al Reino Unido resaltando cuán militante se había vuelto el Gobierno, tras lo cual Inglaterra cortó su ayuda a Malaui. Como resultado del corte de la ayuda estamos teniendo mayores problemas por la escasez de combustible y la falta de divisas. Asimismo, numerosos donantes detuvieron sus programas en el país debido al incumplimiento de requisitos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Así que ha habido muchos retos sociales y económicos que han afectado a todos los sectores, como los hospitales—si no hay divisas no se puede importar medicamentos; si careces de combustible no es posible usar ambulancias ni movilizarte. A consecuencia de ello, Malaui estaba hundiéndose en casos y confusión.
AWID: ¿Cuál es la situación de las mujeres en Malaui?
EK: Hay varios asuntos. Cuando comparamos la situación actual con los últimos años, las mujeres no participaban muy activamente en el sector económico, pero poco a poco estamos viendo aumentar la cantidad de mujeres en este sector, donde pueden competir comparativamente con los hombres, aunque para ellas sigue siendo difícil acceder a oportunidades de aprovisionamiento más grandes. En la agricultura vemos que las mujeres continúan predominando como agricultoras de subsistencia y no están muy involucradas en la agricultura comercial. Sin embargo, hay programas para empoderarlas de modo que se conviertan en agricultoras comerciales. Esperamos que el nuevo Gobierno continúe estos programas y las mujeres se beneficien de ellos en los próximos años.
Sin duda alguna persiste el problema de la violencia de género, pero algo bueno es que a través de reportajes de prensa e informes policiales podemos ver que ha habido empoderamiento en las comunidades, donde la gente ahora es capaz de pronunciarse, repudiar la violencia y usar las estructuras que se han establecido para denunciar ese tipo de violencia, lo cual antes no ocurría.
En lo concerniente a educación, también estamos viendo que más mujeres jóvenes están accediendo a la educación superior. El Gobierno introdujo un requisito de 50/50 para educación, pero aún hay retos debido a las altas tasas de abandono por parte de las jóvenes en niveles educativos más altos. El embarazo y el matrimonio precoz siguen siendo un problema, pero estamos observando una reducción en éstos y ahora las jóvenes pueden regresar a la escuela después de tener bebés, lo cual es diferente al pasado, cuando no se les permitía hacerlo.
La salud reproductiva continúa siendo una preocupación; tenemos altas tasas de mortalidad materna y aún hay mucho trabajo por hacer en esta área. El Gobierno anterior trató de afrontar esto y la nueva Presidenta también ha instituido un programa de salud materna. Existen retos en relación con los abortos inseguros porque en Malaui el aborto está penalizado y, por lo tanto, afecta a muchas mujeres que tienen abortos clandestinos. Esto es algo en lo que estamos trabajando en la NGOGCN con ayuda de Ipas, para ver cómo podríamos cabildear ante el Gobierno a fin de que revise esa ley.
En lo relativo al VIH y al sida, Malaui no está mal. Aún tenemos muchos retos, pero es una de las naciones que han funcionado bien en cuanto a proporcionar medicamentos antirretrovirales a mujeres, y especialmente las embarazadas. También está ejecutándose un programa para mujeres que viven positivamente con VIH o sida. Afortunadamente, estos programas no fueron afectados por la crisis económica en el país y pudieron continuar.
AWID: ¿Cuál ha sido la respuesta general en el país respecto al nombramiento de Joyce Banda como la primera mujer Presidenta de Malaui?
EK: Antes de que llegara a ser Presidenta hubo un gran pronunciamiento del partido gobernante:Malaui no está lista para una mujer Presidenta. Esto enojó a mucha gente pues no sabemos quién sería la persona que hace que un pueblo esté listo para una mujer Presidenta. Así que la gente empezó a discutir esto y luego a apoyarla. Los que estaban en el poder eran quienes mostraban abiertamente su oposición a ella, pero el país estaba apoyándola pues era su momento para ser la Presidenta porque eso es lo que la Constitución manda, independientemente de lo que la gente piense al respecto.
Estuve durante la ceremonia de juramentación y la Presidenta ha tenido apoyo desde ese día, incluso el de los partidos de oposición. La gente está diciendo que debemos apoyarla.
AWID: ¿Cuál fue la reacción del movimiento de mujeres al nombramiento?
EK: Como sociedad civil estamos muy emocionadas porque Joyce Banda tiene una sólida trayectoria de activismo y sentimos que es parte de nosotras—fue la primera Presidenta de la NGOGCN. Ella nos ha asegurado que es una de nosotras y que el espacio puede abrirse de nuevo para que la sociedad civil opere libremente. Así que hay mucha esperanza.
AWID: ¿Cómo están los grupos de mujeres planeando involucrar a la nueva Presidenta?
EK: El mes pasado tuvimos con ella la primera reunión grande, en la que hizo confluir a grupos de mujeres para conversar sobre el tema de la Década de las Mujeres Africanas, porque no ha habido mucha actividad en torno a ésta desde que se puso en marcha. Tuvimos una reunión consultiva para popularizar la Década de las Mujeres Africanas y resaltamos muchos asuntos. La Presidenta está ansiosa por ver que seamos capaces de hacer avanzar la Década de las Mujeres Africanas según los temas que ya están contemplados, reforzando los actuales esfuerzos. Ello significa que no podemos hablar de esto sin mencionar el Protocolo de Maputo o el Protocolo de Género y Desarrollo de la CDAA, para quienes vivimos en la región de la CDAA. Tiene que ver con utilizar los mecanismos existentes para lograr nuestros objetivos. Estamos muy emocionadas porque la Presidenta fue quien inició todo este proceso, lo cual muestra que ya apoya la causa para que podamos avanzar y marcar una diferencia.
Litha Musyimi-Ogana, del Directorio de Mujeres, Género y Desarrollo de la Unión Africana (UA), también asistió a la reunión para brindar información sobre la UA y reforzar lo que queríamos debatir a nivel nacional. La Cumbre de la UA se celebrará más adelante este año en Malaui y muchos grupos de mujeres africanas han manifestado interés por unirse a nosotras en Malaui a fin de usar este foro para dar a conocer asuntos, incluyendo la ratificación del Protocolo de Maputo. Quieren utilizar el foro sabiendo que en Malaui hay una Presidenta que hará avanzar estas cuestiones. Hay muchas esperanzas—ahora que tenemos dos Presidentas en África, esto significa que lentamente nuestras voces serán escuchadas en esta Cumbre porque nuestras congéneres estarán sentadas a la mesa.
Pero también somos cautelosas debido a la enorme tarea que le espera a la Presidenta, quien recientemente anunció que podría tomar hasta 18 meses restaurar la economía y lo que hemos perdido. Es un gran reto. Aunque tenemos muchas expectativas, también debemos comprender que ella está asumiendo un sistema que fue completamente devastado. Al mismo tiempo está el reto de trabajar con diversos grupos a lo largo y ancho del país para asegurar el consenso con todos los partidos y grupos de interés.
Sabemos que ella debe sentirse muy abrumada por la tarea que le espera, así que lo que necesitamos hacer es encontrar la mejor manera de apoyarla para que pueda cumplir.
Notas:
  1. Foro Económico Mundial, Informe Mundial sobre Disparidad entre Géneros 2011, págs. 240-241 (disponible en inglés).
  2. Tenthani, Raphael, ‘Joyce Banda: Malawi’s first female president’ [Primera mujer presidenta de Malaui], BBC News, 10 de abril de 2012.

Por Susan Tolmay
Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 11 de mayo de 2012. Título original: ‘High Hopes for Malawi’s First Woman President’
Traducción: Laura E. Asturias

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