Aprueba OEA apoyar a personas no heterosexuales
Durante el periodo ordinario de sesiones de la 43 Asamblea General de la OEA, realizado la semana pasada La Antigua, Guatemala, se aprobaron dos Convenciones que por primera vez en Latinoamérica y el Caribe mencionan a la orientación sexual y a la identidad y expresión de género como categorías protegidas contra toda forma de discriminación.
En la sesión plenaria del 5 de junio, los Estados miembros de la OEA avalaron los contenidos de los proyectos deConvención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y formas Conexas de Intolerancia, y de la Convención Interamericana contra toda forma de Discriminación e Intolerancia, hecho que dijeron los integrantes de organizaciones civiles que acudieron al evento, “marca un momento histórico para el sistema interamericano de protección de los derechos humanos, y en particular para el movimiento lésbico, gay, bisexual travesti, transexual, transgénero e intersexual (LGBTTTI) de la región”.
De acuerdo con el comunicado de prensa emitido por la Coalición LGBTTTI -que agrupa a representantes de la sociedad civil de América Latina y El Caribe-, en su artículo primero, la Convención Interamericana contra toda forma de Discriminación incluye una definición de discriminación “muy amplia y explícita” sobre la prohibición de discriminación por orientación sexual e identidad de género y expresión de género.
El documento asevera que se trata de la segunda convención en el mundo y la primera en América que incluye estas categorías. “Para la Coalición LGBTTTI que realiza trabajo de incidencia al interior de la OEA, es un logro que no sólo tiene valor regional sino internacional”.
Una vez aprobadas, las Convenciones fueron puestas a disposición de los representantes de países para su firma, lo que hicieron el 6 de junio, último día de sesiones, Argentina, Uruguay, Brasil, Costa Rica, Antigua y Barbuda y Ecuador. Una vez firmadas, las Convenciones tendrán que ser ratificadas por cada uno de los países firmantes y entrarán en vigor 30 días después del depósito del documento de ratificación de tan sólo dos países.
Proceso largo de negociación
De esta manera, dijeron los activistas, culmina un largo proceso de discusión y negociación regional iniciado en el año 2000 en Santiago de Chile en la conferencia regional preparatoria de la Conferencia Mundial contra el Racismo realizada en el año 2001 en Durban, Sudáfrica.
En Santiago, los Estados miembros de la OEA decidieron avanzar en la elaboración de un anteproyecto de convención americana para prevenir, sancionar y erradicar el racismo y toda forma de discriminación e intolerancia. En ese entonces, Brasil fue el país responsable de armar el anteproyecto.
El comunicado refiere que en 2005 la Asamblea General de la OEA constituyó un grupo de trabajo para empezar las negociaciones formales de este instrumento jurídico en el marco de la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos. Añade que el primer borrador presentado por Brasil ya incluía la orientación sexual entre las diferentes categorías de protección de derechos humanos.
“Fue precisamente en este marco de trabajo que en julio de 2006 durante la Conferencia de las Américas contra el Racismo, la Xenofobia y otras formas de Intolerancia, realizada en Brasilia, cuando se creó la Coalición LGBTTTI con trabajo en la OEA. Ese año, luego de una consulta de la sociedad civil apoyada por 152 asociaciones, la Coalición propuso y logró que se incluyera al género, y a la identidad y expresión de género dentro del documento. El texto se ha venido negociando desde enero de 2007 con Brasil, país que encabezó el proceso de negociación hasta 2009, cuando Colombia tomó el liderazgo, seguido por Costa Rica en 2010, y finalmente por Antigua y Barbuda en 2012 al asumir la presidencia del Grupo de Trabajo”.
Así, las delegaciones oficiales que componen dicho grupo decidieron dividir el texto en dos documentos, uno específicamente sobre racismo y el otro contra todas las formas de discriminación e intolerancia.
“El proceso estaba bloqueado porque no se lograba alcanzar el consenso necesario hasta que en 2011 se destrabó gracias a una propuesta de distintos países como Argentina, México, Uruguay, Brasil, Costa Rica, Venezuela y Antigua y Barbuda. Se logró un acuerdo que permitió se concluyeran las negociones en mayo de 2013 para presentar los dos proyecto de convención interamericana en la 43 Asamblea General de la OEA”.
La Convención Interamericana contra toda forma de Discriminación e Intolerancia
En tanto, dividida en cinco capítulos y 22 artículos, el texto de la Convención Interamericana que prohíbe toda forma de discriminación e intolerancia en las esferas pública y privada y en la modalidad múltiple, incluye entre los deberes de los Estados la obligación de prevenir, eliminar, prohibir y sancionar todos los actos y manifestaciones de discriminación e intolerancia, incluidas la publicación, circulación y diseminación de cualquier material que defienda e incite al odio y la intolerancia.
El texto prevé también los actos que constituyan genocidio o crímenes de lesa humanidad, incluidos la violencia y los actos delictivos en contra de la propiedad de las víctimas, cualquier acción represiva y restricción del ejercicio de derechos como el ingreso a lugares públicos y privados, y el acceso a la educación y a cualquiera de los derechos sociales, económicos y culturales.
La Convención demanda a los Estados miembros de la OEA a acoger políticas, medidas y acciones afirmativas a favor de personas o grupos expuestos a la discriminación e intolerancia, así como adoptar la legislación que defina y prohíba claramente la discriminación y la intolerancia, además de que garantice la igualdad de acceso al sistema de justicia, a procesos ágiles y eficaces, y a una justa reparación del daño en el ámbito civil o penal.
Para dar seguimiento a los compromisos asumidos por los Estados signatarios de ambas Convenciones, los documentos aprobados plantean establecer un Comité Interamericano, el cual será conformado por un experto nombrado por cada Estado parte, quien ejercerá sus funciones en forma independiente.
“Para la Coalición LGBTTTI de la región que realiza trabajo de cabildeo en la OEA, la importancia de las Convenciones aprobadas radica en que tienen un alcance hemisférico y que ya han sido firmadas por un país del Caribe y otro de Centro América, regiones donde hasta hace poco y aún se penalizan las relaciones homosexuales consensuadas entre adultos”.
Lograr la ratificación de las Convenciones, siguiente paso
De acuerdo con la Coalición LGBTTTI una vez logrado esto en la OEA se abre un proceso de trabajo en cada uno de los países para lograr que las Convenciones se ratifiquen por cada uno de los Estados miembros.
Al respecto, July Betances, del Colectivo de Mujer y Salud de la República Dominicana, aseguró que el siguiente paso consiste en dar a conocer la aprobación de este instrumento internacional e ir a las cancillerías de los países para incidir en el proceso de firma y ratificación.
Para la activista lesbiana, el nivel de influencia de la Coalición LGBTTTI ha sido determinante porque se realizó un arduo trabajo de presión tanto a nivel de los cancilleres de los países de la región como a la Secretaría General de la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ahora, afirmó Betances, “las organizaciones de base social contamos con un nuevo instrumento que podemos usar como herramienta en la exigencia y defensa de derechos”.
Por su parte, Marcela Romero, coordinadora general de la Red Latinoamericana y del Caribe de Mujeres Trans, organización clave en el trabajo de incidencia a nivel regional, mencionó que sólo Argentina, Uruguay y la Ciudad de México reconocen formalmente la identidad de género.
“Lo que es una barrera muy grande para nosotras que necesitamos contar con un documento de identidad para acceder a los derechos”, por eso, añadió, “para nosotras es muy importante contar con resoluciones a nuestro favor”.
De acuerdo con la activista trans integrante también de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de la República Argentina, en este largo proceso de incidencia, la comunidad trans de la región pudo, por primera vez, rendir testimonios sobre la situación de las personas trans en el Sistema Interamericano de los Derechos Humanos, lo que influyó en la inclusión de la identidad y expresión de género en las Convenciones sobre racismo y discriminación aprobadas en la 43 Asamblea General de la OEA.
Las convenciones interamericanas son instrumentos jurídicos vinculantes, por lo que Coalición LGBTTTI de América Latina y el Caribe con trabajo en la OEA hace un llamado a las organizaciones hermanas a sumarse a los esfuerzos porque las Convenciones mencionadas sean firmadas y ratificadas por cada uno de los países miembros de la OEA.
Sitio relacionado:http://www.oas.org/consejo/sp/AG/AG43ordinaria.asp