“Preguntas que hicieron movimiento”: el feminismo de Julieta Kirkwood y su apuesta por una revolución de la vida cotidiana
Crédito imagen: Ana María Arteaga, disponible en www.memoriachilena.cl“
Como rebelde, Julieta Kirkwood no cumple con la distancia convenida a una intelectual respecto de su objeto de estudio. Busca una forma de pensar y escribir sobre la actualidad que entreteja el análisis del pasado, la experiencia del presente y la anticipación del futuro”, escribe Cynthia Rimsky en “Una fantasma recorre el feminismo”, prólogo del reciente libro publicado por Banda propia editoras, que reúne los textos emblemáticos de la socióloga.
Julieta Kirkwood no alcanzó a conocer el Chile de la postdictadura, dejó este mundo en 1985 producto de un cáncer a los 49 años. Sin embargo, este tiempo, marcado por una crisis sanitaria que ha develado la profunda desigualdad en desmedro de las mujeres producto de la histórica división sexual del trabajo, su propuesta “que lo privado se haga político” sigue siendo preponderante. Asimismo, 36 años después de su muerte, su escritura adquiere especial protagonismo, pues nos encontramos en pleno proceso constituyente, contexto en que surge la posibilidad de hacer carne una “revolución de la vida cotidiana”, que apunte a una de las demandas que nos recuerdan la lucha incesante de las feministas de los años 80: “democracia en el país y en la casa”.
Este libro reúne una selección de los escritos de la socióloga, cientista política, militante socialista y figura central de los movimientos feministas en los años 80, Julieta Kirkwood. Con un prólogo de la escritora Cynthia Rimsky, elección de textos y notas de Pierina Ferretti y Luna Follegati, “Preguntas que hicieron movimiento: escritos feministas, 1979-1985”, es publicado por Banda propia editoras en junio 2021 y lo puedes encontrar en Alma negra librería.
Esta edición propone una lectura de Kirkwood en clave contemporánea, sus textos están organizados desde el presente, acompañados con materiales inéditos de su archivo personal que recién en 2018 fueron entregados por su amiga VQ al Archivo Nacional, documentos que fueron parte de su escritorio en la Casa de la Mujer La Morada.
“Nuestro objetivo aquí no ha sido elaborar una visión panorámica, sino estimular un diálogo productivo con su pensamiento a partir de determinados ejes”, explican Ferretti y Follegati. Algunas de las temáticas que convergen en esta selección de una escritura inscrita en un contexto de dictadura, son los nudos de la sabiduría feminista transversales a toda su obra, las tensiones clase, género, mujeres y poder, su reflexión en torno a la militancia de izquierda y las diferencias entre políticas y feministas.
Kirkwood, una de las mayores precursoras del movimiento feminista en Chile, tuvo como espacio intelectual a Flacso, el Círculo de Estudios de la Mujer y la casa de la Mujer La Morada, estos, “fueron sus lugares de operación y reflexión sobre el patriarcado, la historia del movimiento sufragista, la tensión entre feministas y partidos, los nudos del saber, el poder.”, destaca la contratapa.
Respecto a la tensión referente entre feministas y partidos, Rimsky en el prólogo recuerda el episodio del 8M de 1983, “que, como todos los años, las mujeres de izquierda encabezan en su día una protesta contra Pinochet. Julieta Kirkwood da una entrevista en un diario de la cadena de El Mercurio. Desde la izquierda la acusan de querer dividir a la clase obrera (…) Por primera vez sentí miedo (…) Para mí fue despertar al político gigante de izquierda, eso es lo que despertamos con la entrevista: fuimos y les hicimos algunas cosquillas y le pusimos en cuestión su cosa, torpe, con balbuceos, como sea, pero lo despertamos. Entonces me di cuenta de que tenía que hacer una opción desde el miedo. Tengo que decir cuál es mi política, a cuál política voy adherir yo, ¿a la de ellos, a la tradicional?, ¿o voy a esbozar mi política como mujer?, ¿voy a empezar a elaborar mi pequeña identidad como mujer”.
Este acto constata que, a pesar de su militancia política, Julieta es muy clara en dar cuenta de la posición de opresión en la cual se encuentran las mujeres, reducidas al ámbito de lo doméstico y la relevancia que adquiere el feminismo para remecer las estructuras patriarcales que atraviesan a toda la sociedad y a la política, tanto de izquierda como de derecha.
El libro se divide en cuatro secciones temáticas: “El Feminismo soy yo”, “El feminismo es esta rebeldía”, “La política no es una dimensión fácil” y “El feminismo es revolucionario”.
Con la convicción de que el feminismo es necesario practicarlo, los escritos seleccionados en la primera sección corresponden a “textos que exponen una dimensión más íntima y testimonial del movimiento feminista, su escritura en primera persona”. Por ejemplo, aquí nos encontramos con el último artículo que Julieta publica en su vida. “Hay que tener niñas bonitas”, aparecido en Furia N6 en noviembre de 1984, donde hace la notable distinción entre una mujer ultraconservadora como Lucía Hiriart, quien presidió CEMA-Chile y las feministas.
“Usted viene, señora, de la patria de las perfectas madres luminosas alabadas rol perfecto/perfecta sonrisa, cara collar y pelo acomodado que siempre atenta y cariñosa jamás denotará la fuerza femenina puesta en acarreo de la cruz de guerra gamada que decidida antigua providencia o nueva atravesó por once veces y media por el torso de su esposo, jamás (…) Pero acá nosotras espurias feministas políticas clandestinas de gritos y de imagen atragantadas con exigencias de tripas y de almas mirando golpes mirando muertes mirando adultos muertos niños clérigos o laicos desaparecidos”.
En “El feminismo es esta rebeldía”, se dan a conocer los textos de Julieta que dan relevancia a la formación de la conciencia feminista, es decir, a la importancia de visibilizar la histórica opresión de las mujeres, develar algunos mitos respecto a lo femenino y recuperar la historia de contestación que ha sido borrada.
La tercera sección, “La política no es una dimensión fácil”, concentra las tensiones entre feministas y el partido, entre las políticas y las feministas, los nudos de la sabiduría feministas y cómo es la política desde las mujeres.
Respecto a las políticas y feministas, Julieta hace un interesante análisis que las distingue. Para las políticas sostiene que, “no hay feminismo sin democracia”, mientras que para las feministas “no hay democracia sin feminismo”. “Descartando las prioridades o contradicciones primarias o secundarias, afirma la naturaleza constitutiva de toda opresión que implica la dominación, discriminación y subordinación de las mujeres en el mundo privado y público”.
Por último, en “El feminismo es revolucionario”, se reúnen textos que profundizan en la politización de lo privado, en qué es el feminismo, la toma de la palabra y la revolución en la vida cotidiana, las preguntas que se van tejiendo en el movimiento y el hacer política feminista con potencia transformadora.
Fuente: El Mostrador