agosto 05, 2021

Una alianza mundial para transformar los cuidados




En algunos países de la región las mujeres realizaron hasta el triple de trabajo de cuidado que los hombres. EFE/ Miguel Gutiérrez/Archivo

Desde el inicio de la pandemia de la covid-19, la carga de cuidados sobre las mujeres se ha duplicado y hasta triplicado en varios países del mundo, ampliando cada vez más la gran brecha de desigualdad de género que ya existía.

Es por esto que ONU Mujeres y el Instituto Nacional de las Mujeres de México (Inmujeres) han decidido crear la “Alianza global por los cuidados”, una iniciativa presentada durante el Foro Generación Igualdad y que tiene por objetivo promover un compromiso colectivo para atender los cuidados y a quienes cuidan.

“Se plantea como un trabajo colaborativo y corresponsable entre Estados, familias, comunidades, organismos internacionales, academia y empresas”, explican la directora regional de ONU Mujeres, María Noel Vaeza, y la directora de Inmujeres, Nadine Gasman, en un artículo conjunto.

Según un último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en países como Argentina, la carga de cuidados aumentó en un 51 %; en Uruguay, un 20 % y en Colombia subió en un 39,6 %. El organismo propone en el documento “invertir en la economía del cuidado”.
tambiLa alianza por los cuidados

La alianza, según explican Vaeza y Gasman, propone aumentar los servicios de cuidados, contar con políticas públicas de conciliación de la vida laboral con la personal y familiar, ampliar inversiones en infraestructura social y física para brindar servicios de cuidados en condiciones de igualdad y desarrollar campañas de comunicación para sensibilizar y eliminar estereotipos.

Además, busca crear bancos globales de buenas prácticas y promover la generación de datos y evidencia, tanto de las necesidades, como de los servicios y políticas de cuidado para su seguimiento y evaluación.


“Los cuidados y el trabajo del hogar no solo son una necesidad esencial y universal que contribuye al bienestar de las personas y los hogares, sino al desarrollo social y al crecimiento económico de las naciones”, aseguran las líderes.

“Queremos transformar la cultura y reducir las desigualdades garantizando el reconocimiento, la reducción y la redistribución del trabajo del hogar y de cuidados entre mujeres y hombres, entre instituciones y comunidades, así como garantizar la representación, remuneración y los derechos laborales de las personas cuidadoras”, agregan.

Esta alianza nace en el Foro Generación Igualdad que se realizó hace unos meses en México y Francia con el objetivo de “acelerar el paso” de los compromisos que los casi 190 países adquirieron en 1995, en Beijing. “En estos 26 años, los avances aunque notables en algunos casos, han sido demasiado lentos”, admiten las directoras.

Este año, el Foro ha conseguido “la respuesta más contundente que ha dado el mundo a la necesidad imperiosa de avanzar hacia la igualdad de género desde Beijing”. Hay una ruta definida y una promesa de inversión de 40 mil millones de dólares para objetivos y programas concretos. Estos se realizarán en los próximos cinco años.
Invertir en la economía del cuidado

La Cepal también ha determinado que la pandemia ha impactado “de manera muy contundente” en la calidad del empleo y en los ingresos de las mujeres de la región. La tasa de participación femenina ha caído un 6 % en 2020, en comparación del 4 % de los hombres.

Ante este escenario, para ONU Mujeres e Inmujeres, invertir en cuidados “es clave” para la recuperación económica inclusiva: la participación de las mujeres en el mercado laboral remunerado es una oportunidad de desarrollo social y recuperación económica. “No es solo necesario, sino también es una medida inteligente, porque la inversión en cuidados genera beneficios en el corto y largo plazo“, señalan Vaeza y Gasman. 

Esto permite que las mujeres se inserten en actividades remuneradas, “lo que significa un beneficio para ellas, sus familias y la economía”. Además, la profesionalización de las labores de cuidado y la corresponsabilidad entre el Estado, la iniciativa privada y la comunidad, también permite que las niñas, los niños y las personas que requieren de cuidados se encuentren en condiciones de bienestar y seguridad, mencionan.


“La creación de empleos en el sector de los cuidados remunerados genera un retorno al Estado en impuestos y cotizaciones a la seguridad social. Pero además, la autonomía económica de las mujeres es pieza clave en la prevención de las violencias contra ellas”, agregan las líderes de las organizaciones.

Por todo esto, “es urgente que adoptemos un nuevo pacto social que incorpore los cuidados como un pilar fundamental de la protección social en beneficio de todas las personas, en todos los países”, insisten. 

Ambas organizaciones hacen un llamado a los gobiernos, empresas, organizaciones de sociedad civil, instituciones filantrópicas y académicas, así como a organismos internacionales y otras agencias de la ONU a “ser parte de este cambio transformador y a sumarse con compromisos y acciones concretas a esta Alianza Global por los Cuidados para avanzar hacia sociedades más justas, inclusivas e igualitarias”.

Este esfuerzo conjunto, afirman, es una oportunidad única en la historia de acelerar las acciones que nos lleven a reducir las desigualdades que ya existían y que profundizó la pandemia.

Cristina Bazán | Guayaquil 
Fuente: Efeminista

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