febrero 02, 2023

El corto ‘Noñantarí’ retrata la violencia sexual que sufren las indígenas en Perú

«En mi comunidad hay chicas embarazadas a temprana edad. ¿Ellas habrán querido tener un bebé? ¿Ellas lo decidieron?», se pregunta una niña asháninka, un pueblo amazónico del Perú, durante el cortometraje ‘Noñantarí’, que, por medio de la historia de esta menor, retrata la violencia sexual que sufren las niñas y adolescentes indígenas en todo el país.



«En mi comunidad hay chicas embarazadas a temprana edad. ¿Ellas habrán querido tener un bebé? ¿Ellas lo decidieron?», se pregunta una niña asháninka, un pueblo amazónico del Perú, durante el cortometraje ‘Noñantarí’, que, por medio de la historia de esta menor, retrata la violencia sexual que sufren las niñas y adolescentes indígenas en todo el país.

En una entrevista con Efeminista, Sofía Chapay, una joven asháninka que participó de la producción del audiovisual, explica que la violencia se viene dando desde hace mucho tiempo en las comunidades muchas veces cuando los padres se van a trabajar y las menores quedan al cuidado de los vecinos, de los primos, tíos…

En el audiovisual, la niña cuenta que debía cuidar a sus hermanos menores porque sus padres trabajaban todo el día. Fue en una de esas largas tardes que dedicaba al cuidado que un hombre llegó a preguntar por su padre y, cuando ella le dijo que él no estaba, la violó.

«La violencia se viene dando desde hace mucho tiempo en las comunidades indígenas, tanto amazónicas como andinas, pero en la parte de la Amazonía es donde hay más este tipo de violencias. Nuestros padres se van a trabajar y muchas veces de pequeñas quedamos al cuidado de los vecinos, de los primos, tíos, y es ahí donde suceden estos abusos por parte de ellos. Muchas veces mis hermanas se quedan calladas por las amenazas que reciben y porque en varias ocasiones muchas de ellas han llegado a contar a las mamás y a sus papás y ellos no les han creído», cuenta a Efeminista Chapay.

Hija de dirigentes indígenas, Chapay fue la encargada de recolectar los duros testimonios de las mujeres de su comunidad para construir el argumento del corto de ficción, una tarea que ella denomina como «una lucha».

«No ha sido nada fácil, pero con la ayuda de mi mamá y de otras hermanas que han sido dirigentes también hemos recolectado la información. Nos ha tomado bastante tiempo, pero en su momento sí llegaron a contarnos lo que realmente vivieron. Y lo que aún siguen viviendo», recuerda.
La violencia sexual que sufren las indígenas en Perú

La producción de ‘Noñantarí’, corto que dura siete minutos y que se puede ver en internet, estuvo a cargo de Chirapaq, organización peruana que trabaja por los derechos humanos de las comunidades indígenas.

Tarcila Rivera Zea, presidenta de Chirapaq, cuenta a Efeminista que todo comenzó cuando, por medio del trabajo que hacen en estas comunidades desde hace varios años, se encontraron con «una serie de aspectos que antes se decía que eran culturales».


«Como, por ejemplo, que las niñas amazónicas pueden tener familia los 13 años, a los 11 años, o que tienen mayor libertad para la sexualidad», recuerda.

Conversaron con los padres de las niñas, quienes les dijeron que querían que ellas estudien, y las menores también les confesaron que no querían dejar de estudiar ni ser madres a los 11, 12, 13 años. «Quieren tener oportunidades, quieren tener justicia cuando son violentadas en sus cuerpos o en sus propias vidas», asegura Rivera Zea.

Entonces Chirapaq se comprometió a trabajar por la visibilización y erradicación de la violencia sexual en niñas y adolescentes indígenas. «Hemos empezado ya hace varios años a usar la comunicación visual, los videos, los cortos y hemos empezado a discutir muchísimo sobre la utilidad del cine y la comunicación visual para ejercer derechos plenos».

«Tenemos una herramienta muy efectiva de hacer cortos con participación de los propios afectados y en este caso tuvimos la oportunidad para abordar específicamente a la violencia sexual de niñas tanto en el área andina, como en la parte amazónica», explica.

‘Noñantarí’, que tuvo el apoyo de Planned Parenthood Global, ha sido además el corto más exitoso que ha producido Chirapaq, asegura su presidenta. En 2021, recibió una mención especial como cortometraje documental en la octava edición del Festival del Cortometraje Peruano. Asimismo, en 2022 «Noñantarí» fue galardonada en el Festival Internacional de Cine y las Artes Indígenas Ficwallmapu, en Chile, en las categorías de cine comunitario y mujeres indígenas.
Generar conciencia en las comunidades y el resto del país

Sofía Chapay confía en que documentales de ficción como estos puedan generar conciencia dentro de las comunidades y también en el resto del país. Ya hay personas, dice, «que se han sentido identificadas» con la historia, pues la violencia está muy normalizada.

«Al momento de presentarlo se quedaron muy sorprendidos cuando contamos la historia de lo que realmente vive cada una de ellas, pues dentro del grupo de comuneros están los que han cometido ese acto de abuso. Hubo una reacción muy fuerte por parte de ellos, pero las autoridades dijeron que el apoyo va a continuar y los comuneros también se comprometieron a que iban a participar en más espacios como estos y dar la oportunidad a que sus hijos participen de estos proyectos», afirma Chapay.

La joven cree que mejorar la educación, la atención en el centro de salud cercano a la comunidad y en el acceso a la Justicia contribuirían a erradicar estas violencias.

«Cuando pasan este tipo de situaciones muchas veces no pasa nada, no se le da justicia a la víctima. Sigue ahí, viviendo en la comunidad. Y el abusador también está ahí, es su propio vecino. Se hace la denuncia, pero no se hace el seguimiento que se tiene que dar la otra persona, porque tiene dinero, porque es familia o porque su amigo le ayuda y entonces no hay sanción. El violador sigue libre y cometiendo más delitos y las víctimas están ahí viéndolos», lamenta.

Por su parte, a Rivera le gustaría que estas acciones tengan mayor impacto, especialmente en el ámbito político, que es donde se toman las decisiones.

«Quisiéramos que haya interés de parte de los políticos, por ejemplo, que el Ministerio de Justicia o el Ministerio de la Mujer y de la Niña pudieran ordenar que el corto se pase por el canal público tres veces al día, en horarios clave, y que sea de formación pública para ir cambiando situaciones a través de reflexionar y analizar con ejemplos como estos. Eso es lo que esperamos, pero el Perú tiene tantos problemas y los políticos lamentablemente no están respondiendo a lo que ofrecen», concluye.

Fuente: Mural de Género

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