El poema de Gioconda Belli tras ser despojada de su nacionalidad en Nicaragua
La poeta respondió así luego de ser acusada de traición a la patria por el régimen de Daniel Ortega junto con cientos de nicaragüenses.
La poeta Gioconda Belli es natal de Managua y vive exiliada en España.
Foto Archivo El Colombiano
Este miércoles las autoridades nicaragüenses dejaron sin nacionalidad a más de 300 personas acusadas de “traición a la patria”, entre ellos a los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli, al obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, y al excomandante de la revolución Luis Carrión.
En respuesta, Belli publicó en Twitter un poema sobre su país natal, “Te amo patria de mis sueños y mis penas”, “despojada de cuanta polilla te corroe”, son algunos de los versos de su texto titulado Nicaragua.
“Arranco de tu pelo a los que te venden te roban y te abusan, te cuento cuentos en la esquina de mi almohada, te arropo y te tapo los ojos para que no veas los verdugos que llegan a cortarte la cabeza”, escribe en Twitter la escritora, exiliada en España.
“Palabras digo puesto que son ellas la argamasa de mi vida y a punta de palabras te imagino una y otra vez renacida genial, despojada de cuanta polilla te corroe día a día los cimientos”, prosigue.
Polilla en Centroamérica tiene también el significado de termita, insecto que se alimenta de madera y la degrada.
“Y te amo patria de mis sueños y mis penas y te llevo conmigo para lavarte las manchas en secreto susurrarte esperanzas y prometerte curas y encantos que te salven”, concluye en una serie de tres mensajes en la red social.
Belli (Managua, 1948) es uno de los nicaragüenses que el miércoles fueron despojados de la nacionalidad.
A propósito de esta situación, escritores como la española Irene Vallejo se han pronunciado sobre las acusaciones de la dictadura de Ortega. Además de solidarizarse con Belli y su compatriota Sergio Ramírez, compartió un poema de la autora nicaragüense (de 2021, según Vallejo) en la descripción de una foto en su cuenta de Instagram.
No tengo dónde vivir.
Escogí las palabras.
Allá quedan mis libros
Mi casa. El jardín, sus colibríes
Las palmeras enormes
Las apodadas Bismarck
Por su aspecto imponente.
No tengo dónde vivir.
Escogí las palabras.
Hablar por los que callan
Entender esas rabias
Que no tienen remedio.
Se cerraron las puertas
Dejé los muebles blancos
La terraza donde bailan volcanes a lo lejos
El lago con su piel fosforescente
La noche afuera y sus colorines trastocados
Me fui con las palabras bajo el brazo
Ellas son mi delito, mi pecado
Ni Dios me haría tragármelas de nuevo.
Allí quedan mis perros Macondo y Caramelo
Sus perfiles tan dulces
Su amor desde las patas hasta el pelo.
Mi cama con el mosquitero
Ese lugar donde cerrar los ojos
E imaginar que el mundo cambia
Y obedece mis deseos.
No fue así. No fue así.
Mi futuro en la boca es lo que quiero
Decir, decir el corazón, vomitar el asco y la ranura.
Queda mi ropa yerta en el ropero
Mis zapatos mis paisajes del día y de la noche
El sofá donde escribo
Las ventanas.
Me fui con mis palabras a la calle
Las abrazo, las escojo
Soy libre
Aunque no tenga nada.
Otros acusados
La veterana defensora de derechos humanos Vilma Núñez, el excanciller Norman Caldera, el exmagistrado sandinista Rafael Solís, el exembajador ante la OEA Arturo McFields y el periodista Carlos Fernando Chamorro son otros de los acusados por un tribunal de delitos considerados “traición a la patria” por los que les fue retirada la nacionalidad.
En la última semana, 317 nicaragüenses fueron despojados de su nacionalidad, incluido el obispo Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión tras negarse a ser desterrado por el Gobierno del presidente Daniel Ortega junto a 222 presos políticos excarcelados y expulsados hacia Estados Unidos el 9 de febrero pasado.
El Tribunal de Apelaciones de Managua ordenó además el decomiso a favor del Estado de Nicaragua de los bienes de los procesados, que fueron inhabilitados para ejercer cargos públicos, perdieron sus derechos ciudadanos de forma perpetua y fueron declarados prófugos.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde 2018 que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.
Fuente: El Colombiano