marzo 22, 2023

México. Mujeres indígenas y afrodescendientes enfrentan negación injustificada de sus derechos


Fotografía: Gobierno de México


En México, 56.3 por ciento de mujeres indígenas y afrodescendientes perciben que sus derechos son poco o nada respetados, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS, 2017). Por ello, en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial organizaciones recuerdan la urgencia de asegurar sus derechos y subsanar la “deuda histórica” que se tiene con las personas indígenas y afrodescendientes.

Desde 2017 en México no se ha realizado un nuevo instrumento estadístico que de cuenta de la realidad que enfrentan las mujeres indígenas y afrodescendientes. Lo último que arrojó la ENADIS es que a estos sectores de la población se les siguen negando sus derechos y no se les brinda acompañamiento para denunciar actos de discriminación.
Mujeres indígenas y afrodescendientes, principales afectadas

La negación “injustificada” de derechos abarca ámbitos como la educación, la salud, el trabajo, la seguridad social y el mercado de bienes y servicios, “a través de experiencias relativas a la posibilidad de estudiar o seguir estudiando; la atención médica o medicamentos; la atención o servicios en alguna oficina de gobierno; recibir apoyos de programas sociales; la entrada o permanencia en algún negocio, centro comercial o banco y obtener algún crédito de vivienda, préstamo o tarjeta”.

Por ejemplo, la Encuesta Nacional sobre Discriminación destaca que, a nivel nacional, 23.7 por ciento de la población de 18 años y más declaró que se le negó al menos un derecho básico en los últimos cinco años, dicha proporción aumenta a 26.9 por ciento entre las personas afrodescendientes y a 29.4 por ciento entre las personas indígenas.

En ese sentido, señala la ENADIS, existen diferencias por sexo que revelan una mayor vulneración de derechos hacia las mujeres afrodescendientes (32.8 por ciento) frente a los hombres (21.7 por ciento).

Aunado a lo anterior, las mujeres también declararon tener poca o ninguna libertad de decisión, incluso en situaciones cotidianas como comprarse cosas (29.1 por ciento), salir de su casa (38.7 por ciento) o reunirse con familiares o amistades (37.8 por ciento).

Otro aspecto al que se enfrentan las mujeres es al de acceder a información gubernamental. Ya que 74 por ciento de ellas afirmaron haber encontrado al menos una barrera para acceder a dicho derecho.

Entre los problemas declarados con mayor frecuencia, las mujeres reportaron la falta de recursos económicos, seguida de la discriminación por su lengua o su apariencia. “Esto cobra especial relevancia en un contexto de castellanización que lleva a la extinción de lenguas, como consecuencia de la discriminación lingüística”, sentencia la ENADIS.

Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial y la necesidad de subsanar una deuda histórica

El 21 de marzo de 1960, en la ciudad de sudafricana de Sharpeville, agentes de la policía racista abrieron fuego contra un grupo de personas que protestaban pacíficamente contra la aprobación de la “ley de pases”, la cual formaba parte de una política de segregación racial. En la masacre murieron 69 personas, entre ellas mujeres y niños, y más de un centenar resultaron heridas, todas ellas afrodescendientes.

“La masacre en Sharpeville, un acto criminal inherente a la segregación racial, provocó una oleada mundial de protestas y fue condenada por Naciones Unidas. Hoy es recordada cada 21 de marzo, día que se instituyó como el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial”, recuerda la organización Amnistía Internacional.

En el marco de este día, la investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, Olivia Gall, asegura que las leyes en México “no son suficientes para actuar de manera contundente contra el racismo”.

“Las leyes en las cuales se manifiesta que México es un país pluriétnico y multicultural reconocen la diversidad. Y aunque eso es relevante para las luchas de los pueblos indígenas y afromexicanos por ser identificados como sujetos colectivos de derecho, no son suficientes para actuar de manera contundente contra el racismo”, expresó.

La investigadora añadió que otro elemento para combatir estas violencias es la educación. No obstante, de acuerdo con un proyecto de investigación realizado de 2018 a 2021 para estudiar la presencia de racismo y xenofobia en el sistema público de educación primaria, el equipo de académicos que lo desarrolló encontró que muchas de las narrativas de los libros de texto y de muchas de las prácticas en escuelas situadas en ocho estados de la República Mexicana están permeadas por el racismo, aseguró

“El racismo es un sistema poderoso de creación de desigualdades, inferiorizaciones y sufrimiento. Por eso, es importante que estemos conscientes de su existencia y de cómo se relaciona con otros sistemas estructurales de creación de desigualdades: clasismo, patriarcado, etnocentrismo y aporofobia (rechazo a los pobres). Cuando veamos un acto de esta naturaleza hay que protestar ante todas las instancias donde sea posible. La meta debe ser una sociedad donde hayamos erradicado no sólo el racismo sino también la noción de “raza” tanto de nuestra mente como de la manera de tratar a los demás”, sentenció Olivia Gall.

Fuente: Cimac

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