Restricciones a las mujeres empeoran la economía afgana
Una niña afgana arrebata un momento de sus deberes de venta de sandías para atender su tarea escolar. Las mujeres jóvenes y adultas de Afganistán tienen severas limitaciones en su derecho al estudio, al trabajo, a circular libremente e incluso a trabajar para agencias humanitarias de las Naciones Unidas. Foto: Farzana Zeba Kalam/Unama
Las restricciones draconianas a la capacidad de las mujeres para estudiar y trabajar contribuyen a la calamitosa situación socioeconómica en Afganistán, con consecuencias calamitosas para la población, indicó un informe publicado este martes 18 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud).
Kanni Wignaraja, directora regional del Pnud para Asia y el Pacífico, dijo que “no habrá una recuperación sostenible sin la participación activa de las mujeres afganas en la economía y en la vida pública, lo que incluye la ejecución de proyectos humanitarios y de salvamento de los medios de subsistencia”.
“Solo la plena continuidad de la educación de las niñas y la capacidad de las mujeres para trabajar y aprender puede mantener viva la esperanza de cualquier progreso real”, añadió.
La milicia islamista talibán se hizo con el poder en Afganistán en agosto de 2021, tras el retiro de las fuerzas de Estados Unidos y sus aliados, y desde entonces implantó severas restricciones a los derechos de las mujeres a estudiar, trabajar, transitar, y acceder a la información y a la provisión de algunos servicios de salud.
Los edictos de los talibanes que restringen los derechos de las mujeres y las niñas, incluyen una directiva que prohíbe a las mujeres afganas trabajar para la ONU, con lo cual afectan directamente la productividad económica y también pueden afectar los flujos de ayuda.
“No habrá una recuperación sostenible sin la participación activa de las mujeres afganas en la economía y en la vida pública, lo que incluye la ejecución de proyectos humanitarios y de salvamento de los medios de subsistencia”: Kanni Wignaraja.
El informe Perspectivas socioeconómicas de Afganistán 2023, publicado por el Pnud, asienta que inmediatamente después de que los talibanes asumieran el poder, la economía se derrumbó, -20,7 % en 2021, acelerando la caída de la pobreza de Afganistán durante una década.
Con una población estimada por la ONU en alrededor de 40 millones y un producto interno bruto (PIB) de 14 300 millones de dólares (en 2021), Afganistán se encuentra entre los países con el ingreso per cápita más bajo del mundo, con alrededor de 85 % de la población estimada viviendo por debajo del umbral de pobreza.
Y a pesar de los signos tentativos de recuperación, como un tipo de cambio relativamente estable, un aumento de las exportaciones y de los ingresos fiscales, una demanda creciente de mano de obra y una inflación moderada, se estima que el PIB ha disminuido aún más, -3,6 % en 2022.
“Una entrada sostenida de ayuda exterior, por una suma de 3700 millones de dólares en 2022, ha ayudado a evitar el colapso total de Afganistán”, dijo el representante residente del PNUD en Afganistán, Abdallah Al Dardari.
Las Naciones Unidas contribuyeron con 3200 millones del total de 3700 millones de dólares en ayuda exterior a Afganistán en 2022.
La asistencia de la ONU llegó directamente a 26,1 millones de afganos con algún tipo de auxilio, mientras ayudaba a estabilizar el tipo de cambio, frenar la inflación e incidir sobre otros indicadores económicos.
El nuevo informe proyecta que el PIB de Afganistán en 2023 podría aumentar 1,3 % si el nivel de ayuda exterior se mantiene en 3700 millones de dólares.
Sin embargo, las perspectivas de recuperación económica siguen siendo débiles e insuficientes a largo plazo, especialmente si se retiene la ayuda exterior como resultado de las políticas restrictivas de los talibanes.
Surayo Buzurukova, representante residente adjunta del Pnud en Afganistán, dijo que “hemos realizado simulaciones para ver cómo la eliminación de las mujeres de la fuerza laboral afectará la economía en el futuro, y calculamos que no será posible lograr el crecimiento y reducir la pobreza sin las mujeres”.
“Ese es el mensaje que tratamos de transmitir cuando hablamos con las autoridades de facto”, agregó la responsable.
Hasta ahora los datos no apuntan a una recuperación duradera: se espera que los ingresos por persona disminuyan este año y en 2024, y los modelos del Pnud sugieren que, si la ayuda cae 30 %, la inflación podría llegar a 10 % en 2024 y los ingresos medios podrían caer 40 % por ciento
Cualquier reducción de la ayuda internacional empeorará las perspectivas y la pobreza extrema se perpetuará durante décadas, por lo que el reporte considera que el pedido de la ONU, de 4600 millones de dólares para asistencia internacional en 2023, es el mínimo necesario para ayudar a los afganos que lo necesitan.
Fuente: IPS