Copa Mundial Femenina de Fútbol: Para las mujeres y niñas, el fútbol es mucho más que un juego
“El fútbol no es para niñas”
Tenía casi 10 años cuando empecé a jugar al fútbol. Ese año, mi papá viajó por trabajo a Francia y regresó a casa con recuerdos para mi hermano y para mí de Francia ’98. A mí me trajo un peluche de la mascota, y a mi hermano le dio el balón oficial de fútbol. La verdad es que mi hermano nunca había jugado el deporte de manera competitiva. El año siguiente, el equipo de fútbol de mi escuela quedó en tercer lugar en el primer campeonato en el que participamos. Nos dieron muñecas Barbies como trofeo. El equipo de chicos recibió equipo y patrocinio para la próxima temporada.
No fue hasta los 16 años que finalmente le conté a mis padres que jugaba al fútbol. Durante los últimos 6 años había mentido diciendo que estaba haciendo otras actividades extracurriculares para poder entrenar, porque cuando mencioné por primera vez mi interés en el deporte, la respuesta fue: “El fútbol no es para niñas. Las chicas no deberían estar pateando por ahí”. Estos tipos de estereotipos han afectado a mujeres y niñas en todos los deportes (y otras industrias) durante décadas. Por eso, aunque recibir un peluche o una muñeca Barbie ciertamente no es un crimen, es una metáfora de cómo las sociedades ven nuestro lugar en el deporte. Sin embargo, la discriminación, la desigualdad salarial y el abuso sexual son comportamientos que las sociedades deben condenar, poner en juicio y buscar cambiar.
La autora con su equipo de fútbol de su colegio, acompañada por los futbolistas René Higuita y Leonel Álvarez.
La Copa Mundial Femenina: ¿ha cambiado algo?
En julio de 2023 comienza la novena Copa Mundial Femenina, y es el inicio del primer torneo en el que las mujeres tendrán un pago a medida que avanzan a las siguientes rondas de la competición. Según Bloomberg, “el fondo de premios para mujeres ha crecido de cero hace 20 años a 110 millones de dólares este año. De esa cantidad, el equipo ganador de este torneo recibirá 10.5 millones de dólares”. Las entradas para el partido inaugural están agotadas, con más de 80,000 espectadores, y esta copa del mundo está en camino de convertirse en “el evento deportivo femenino independiente más concurrido”.
Hemos recorrido un largo camino. Estados Unidos, Noruega, Australia y los Países Bajos se encuentran entre los países cuyas federaciones de fútbol se han comprometido a cerrar la brecha salarial de género. Lionel Messi ahora promueve el fútbol femenino. Sin embargo, las desigualdades para las mujeres en el deporte aún persisten. Los medios de comunicación deportivos aún pagan sumas insuficientes por los derechos de transmisión de la Copa Mundial Femenina. Y en América Latina y el Caribe, las jugadoras que hablan sobre sus malas condiciones laborales en el deporte a menudo sufren represalias.
El deporte como herramienta para promover la igualdad
Una evaluación de impacto realizada por las Naciones Unidas indica que el deporte es una poderosa herramienta para involucrar a las comunidades y prevenir el crimen, la violencia y el consumo de drogas entre los jóvenes en países en desarrollo. El deporte también puede ser una herramienta fundamental para desarrollar habilidades del siglo XXI que serán demandadas por los empleadores en el futuro del trabajo.
Según una publicación del BID, al practicar deportes, “una persona puede aprender cooperación, comunicación, respeto, resolución de conflictos, liderazgo, el valor del esfuerzo, jugar limpio, autoestima, honestidad, amor propio, tolerancia, perseverancia y disciplina”. Todas estas habilidades son fundamentales en una sociedad digital. Además, algunas de estas habilidades socioemocionales pueden tener un impacto positivo en cuestiones como la reducción de las tasas de embarazo adolescente. Sin embargo, se necesita más evidencia sobre el impacto de estos programas, especialmente en lo que respecta a los resultados diferenciados entre mujeres y hombres, niñas y niños.
Jugando por la igualdad y la inclusión
El BID ha promovido el deporte como herramienta de inclusión a través de alianzas con instituciones como el Club Atlético Real Madrid y el Comité Paralímpico Internacional. Este trabajo se basa en la idea de que el deporte puede ser un impulsor de la igualdad y la inclusión no solo para niñas y mujeres, sino también para poblaciones diversas y vulnerables.
Así que disfrutemos de la Copa del Mundo Femenina, sin duda estaré animando por mi país de origen. Pero hagámoslo recordando que:No todas las mujeres en ese escenario tienen las condiciones laborales que deberían ni el apoyo institucional que merecen.Lo que decimos sobre la participación de las mujeres en el deporte importa.Las mujeres en nuestras pantallas son modelos a seguir que deberíamos promover también con nuestros hijos e hijas.
No nos olvidemos que el fútbol, al igual que la Copa Mundial de Fútbol, puede ser mucho más que un juego para las mujeres y las niñas.
Fuente: /blogs.iadb.org