diciembre 09, 2024

Mujeres migrantes son víctimas de violencia de género en México


Dos mujeres migrantes y una niña caminan desde el sur del país hacia Ciudad de México. Un estudio de la Agencia de la ONU para los Refugiados constató que las migrantes son víctimas de violencia de género en su país de origen, de la que tratan de huir, o durante su travesía hacia la frontera con Estados Unidos. Imagen: Isabel Briseño / Pie de Página

 Las mujeres migrantes que cruzan el territorio de México tratando de llegar a Estados Unidos tienen en la violencia de género una experiencia constante, señaló un estudio de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Todas las mujeres participantes en el estudio expresaron haber experimentado algún tipo de violencia, como la razón principal que las llevó a tomar la decisión de abandonar sus países de origen, o durante el proceso migratorio, lo que se traduce en su principal motivo para desear salir de México.

Las experiencias fueron sobre todos los tipos de violencia de género: violación, agresión física, agresión sexual, matrimonio o uniones forzadas, denegación de recursos o servicios y maltrato psicológico o emocional; y en varios casos se experimentó dos o más tipos de violencia.

El estudio “Afrontando riesgos de violencia de género en México: la perspectiva de personas forzadas a huir”, se elaboró a partir de entrevistas con mujeres sobrevivientes y grupos focales con mujeres y hombres en situación de movilidad.

Se publicó en el marco de los 16 días de activismo internacional contra la violencia de género, que culminará el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, y comenzó el 25 de noviembre, cuando se celebró el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Recopila la perspectiva de personas en proceso de regularización, refugiadas y con necesidades de protección internacional sobre la violencia de género, así como los riesgos a los que se enfrentan en sus trayectos y en México.

Las mujeres son 48 % de los migrantes que cruzan México cada año, una cifra cercana a los tres millones de personas. Según el Instituto Nacional de Migración, solo en el primer semestre de 2024 lo hicieron 1,4 millones de personas.

A su vez, las autoridades de Estados Unidos reportaron en 2023 más de 2,5 millones de “encuentros con migrantes” en la frontera que separa ese país de México.

El estudio de Acnur da cuenta de que, en muchos casos, mujeres que viajan solas, con niños o adolescentes, o en grupo, por la frontera sur de México, son interceptadas por miembros del crimen organizado.

En esos casos se enfrentan a alguna forma de violencia sexual, secuestros extorsivos o, en situaciones donde la mujer es separada o aislada, de violaciones tumultuarias.

En otros casos, los perpetradores trabajan en el sector del transporte.

Las personas en situación irregular, que no han accedido al sistema de asilo, encuentran mayores riesgos de exposición a la violencia de género, y la desconfianza provoca que se acerquen con menor frecuencia a servicios de respuesta.

Sin embargo, las personas solicitantes de la condición de refugio y las refugiadas indicaron que era más fácil acceder a estos servicios al entrar en contacto con autoridades y organizaciones.

Los hombres que participaron en la evaluación también compartieron experiencias de violencia de género, especialmente relacionadas a incidentes de secuestro por crimen organizado.

Todos los participantes calificaron sus experiencias de movilidad como llenas de miedo y ansiedad.

Reconocieron utilizar distintos mecanismos para protegerse de la violencia, tales como uso de métodos anticonceptivos, viajar con el perpetrador de violencia familiar como una forma de protección, o mantener relaciones de pareja con hombres que conocen en el camino.

También, someterse a la agresión sexual para proteger a sus hijas, y cambiar de localidad o de ruta cuando el agente perpetrador de violencia localiza a las mujeres.

Las organizaciones humanitarias y entidades de gobierno como los Centros de Justicia para Mujeres y los Institutos de la Mujer, son espacios clave para recibir asistencia, según los participantes.

El informe concluye que el trabajo formal y pagado de forma justa es la principal vía para superar el proceso de movilidad y las experiencias violentas.

Por ello, Acnur recomienda proporcionar documentación a los migrantes para trabajar temporalmente, y mayores facilidades para el reconocimiento de sus títulos universitarios o certificaciones, entre otras medidas.

Fuente: IPS

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