Nussbaum contra los cosificadores
La celebre filósofa moral presenta una reflexión original y urgente sobre la cultura de la violencia y el abuso sexual a las mujeres
La filósofa y feminista Martha Nussbaum Archivo
Profesora de Filosofía feminista de la Facultad de Derecho de Chicago, la ensayista Martha Nussbaum ha publicado un libro de veras interesante. Describe las resguardadas zonas de privilegio masculino, que denomina ciudadelas de la soberbia, y propone su derrumbe. Valora la evolución de los criterios jurídicos y la garantía de protección legal ante la violencia y acoso sexual. Pero no es suficiente. Nussbaum enfoca hacia la soberbia, vicio clave que empuja a los poderosos por el dominio de la prepotencia. Dice que la cuestión de fondo: “Son las jerarquías de poder y los comportamientos abusivos que instigan en personas que se crían creyendo que están por encima de la ley y que otros seres humanos no son del todo reales”; están, pues, despersonalizados.
Las mujeres son más vulnerables al abuso sexual cuando, por el motivo que sea, son vistas como seres inferiores a los que someter, y a quienes está permitido humillar y dañar. Las condiciones laborales pueden proteger la dignidad humana de la persona trabajadora, pero también socavarla. Ya sea por razón de credo, sexo, color, origen o posición social, los supremacistas cosifican a sus ‘inferiores’ y les niegan o coartan su autonomía y subjetividad; sus emociones y pensamientos les resultan irrelevantes. Tanto da que las ideas sexistas sean frágiles y burdas, y que la evidencia las desmienta, se creen con derecho a tratar a otros seres humanos como cosas, incluso como mercancías.
Describe las resguardadas zonas de privilegio masculino, que denomina ciudadelas de la soberbia, y propone su derrumbe
Se alude aquí al movimiento incel (de involuntary celibate), célibes involuntarios que odian a las mujeres que les niegan satisfacciones que creen merecer. Cuando una de ellas no se pliega dócilmente a sus deseos como lo haría una mujer en el porno de internet, tratan de quebrar su ánimo con crueldad y sin compasión. Nussbaum aplaude los avances del Me Too y se entretiene en analizar las agresiones en campus universitarios, y detalla también historiales de algunas celebridades. No obstante, advierte que la turba es fiscal, juez, jurado y verdugo, de modo que una ira multitudinaria y un avergonzamiento punitivo representa una seria amenaza para la presencia del decoro moral y respeto mutuo. Algunas feministas de nuevo cuño deberían ver, concluye, lo inadecuadas que son estas prácticas, equiparables a la caza de brujas y entregadas al acoso, “tanto de los hombres como de otras feministas discrepantes”.
Aplaude el #Me Too, analiza las agresiones en campus universitarios y detalla historiales de algunas celebridades
Hace mención del orgullo que inoculan las sociedades en los individuos, ensombreciendo su carácter. La soberbia resulta transversal en todos los estratos sociales, y admite diversas combinaciones; por ejemplo, racial pero no de clase, o al revés, acaso superpuestas.
Nussbaum ensalza la obra de Dante como una ayuda para que sepamos vernos a nosotros mismos, así como hacernos con la virtud cristiana de no enorgullecerse de las posibles ventajas jerárquicas. E invoca dos versos del escritor irlandés Yeats: “Los mejores carecen de toda convicción, mientras que los peores / están llenos de apasionada intensidad”, para revertir sus términos.
Por Miguel Escudero
Fuente: La Vanguardia