Buenas prácticas de las empresas en Argentina para medir y reducir la igualdad salarial
Foto: Cortesía de Newsan
El sector empresarial, como actor económico y social, desempeña un rol clave para promover la igualdad de género y el desarrollo sostenible. Contar con un sistema de remuneración que respete el principio de igualdad presenta múltiples beneficios para las empresas. Por una parte, mejora las relaciones laborales y contribuye a crear un mejor ambiente de trabajo, al tiempo que aumenta la productividad y contribuye a atraer y mantener talento.
Los Principios de Empoderamiento de las Mujeres (WEPs, por sus siglas en inglés) -creados por ONU Mujeres y el Pacto Global de Naciones Unidas en 2010, y firmados por casi 7.000 empresas en el mundo, 1948 en América Latina y el Caribe y más de 236 en Argentina- son una plataforma para que las compañías impulsen la igualdad de género desde su liderazgo y pongan en marcha medidas y políticas e inviertan en la promoción de la igualdad de género en el lugar de trabajo, el mercado y la comunidad.
Una herramienta para medir la brecha salarial
Parte de su compromiso con la reducción de la brecha salarial de género, algunas empresas llevan adelante procesos de evaluación aplicando la Herramienta de Diagnóstico de Igualdad de Remuneración (DIR). Desarrollada por ONU Mujeres con la asistencia técnica de ENRED consultoría y el apoyo de la Unión Europea en el marco del programa “Ganar-Ganar, la igualdad de Género es un buen negocio”, este recurso les permite evaluar su cumplimiento del principio de “Igual remuneración por trabajo de igual valor” establecido por el Convenio N°. 100 de la OIT.
La DIR apoya a las empresas en el proceso de alinear sus prácticas laborales con los WEPs y contribuir particularmente a la realización del Principio 2, que establece un trato equitativo para hombres y mujeres en el lugar de trabajo, respetando y defendiendo los derechos humanos y la no discriminación. Puede ser utilizada por cualquier organización empleadora: empresa privada, entidad pública, asociación o fundación, entre otras, que cuente con una plantilla de personas trabajadoras. Gracias a diversos materiales didácticos, los departamentos de recursos humanos pueden introducir los datos solicitados en una tabla Excel que elabora los cálculos y gráficos de manera automática.
Según el reporte de buenas prácticas de empresas WEPs en Argentina 2020 (edición COVID-19), hay empresas que están utilizando la herramienta DIR. Es el ejemplo de GIRE que la aplicó para evaluar la brecha en todos los niveles de conducción (gerenciales y superiores) y Grupo Insud en todos los niveles de las empresas del grupo.
Reducir la desigualdad en sectores masculinizados
Los compromisos corporativos para aumentar la representación de mujeres en puestos de conducción o no tradicionales son un motor que impulsa el avance hacia la igualdad de género.
“Formamos parte de una industria muy masculinizada donde las mujeres participan menos del 20%. No obstante, hoy, en la comunidad Newsan, un 39% de su nómina son mujeres. Esta participación es producto de nuestra estrategia y compromiso permanente con la equidad, la igualdad de oportunidades y la gestión de la diversidad”, afirma Marcela Cominelli, gerenta senior de Legales, Asuntos Públicos y Sustentabilidad de Newsan.
Adherida a los WEPs, esta empresa argentina dedicada a la fabricación, comercialización y distribución de electrónica de consumo y artículos para el hogar se propuso disminuir la desigualdad salarial en un 25% para el 2025. “Nos encontramos rediagnosticando nuestra brecha salarial, involucrando distintas miradas y áreas, con el objetivo de seguir profundizando el diseño de acciones y la revisión de metas estratégicas”, puntualiza Cominelli. Asimismo, destaca que están trabajando en el programa Más mujeres: “Buscamos la participación de más mujeres en roles ‘no tradicionales’. Queremos visibilizar que la industria es un lugar para la inclusión y desarrollo, e incentivar que más mujeres elijan este sector”.
Más mujeres en la industria y STEM
La industria es una de las mayores fuentes de generación de empleo formal y de calidad, pero en la práctica es uno de los sectores con menor participación de mujeres, donde más del 71% de los trabajadores son varones. “Invertir en el desarrollo de capital humano para la industria y hacerlo con perspectiva de género es fundamental para ponernos en el camino hacia un desarrollo sostenible”, afirma Irini Wentinck, presidenta de la comisión de Género y Diversidad de la Unión Industrial Argentina (UIA) y RED MIA Mujeres de la Industria Argentina.
“Las mujeres son las que invierten más años en capacitación y logran mejores resultados académicos. Sin embargo, no lo hacen en carreras vinculadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, y tampoco en tecnicaturas y oficios requeridos por la industria” argumenta Wentinck.
Revertir esta situación implica un cambio cultural, por lo que trabajar en acercar las escuelas a las industrias es fundamental. “El centro de formación profesional 402 de la Unión Industrial de Ezeiza lleva adelante el programa ‘Oficios sin Prejuicios’, un ejemplo inspirador de buenas prácticas, donde cada vez más mujeres se forman como choferes de autoelevadores, electricistas, soldadoras, entre otras. Empresas como Randstad, Sinteplast y WTK Cables eléctricos patrocinan su puesta en marcha”.
Fuente: Onumujeres